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2.000 millones de "complementos" en la compra de un banco

En el capítulo que el ministerio fiscal dedica a la adquisición de acciones de diferentes bancos, destacan las compras presuntamente irregulares de valores del Banco de Alicante y del Banco de Crédito e Inversiones. Con respecto a esta última entidad se subraya especialmente la existencia de una partida de 2.136 millones de pesetas que se "gastó" en concepto de "complementos" al adquirir un importante paquete de acciones del Crédito e Inversiones, del grupo Rumasa, y cuyo destinatario se desconoce.La compra de acciones del Banco de Alicante se inició en 1971. Diez años más tarde, Banca Catalana poseía el 62,7% de los valores de esta entidad, lo que supuso un coste contable de 3.443 millones de pesetas. Para esta operación se destinó un to

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tal de 2.318 millones de la caja b, según el escrito de los fiscales. En opinión del ministerio público, la "irregular gestión" provocó que el 8 de marzo de 1983 se redujese el valor nominal de todas las acciones a una peseta, para cancelar de esta manera pérdidas de 1.592 millones de pesetas.

Banca Catalana empezó a comprar las primeras acciones del Banco de Crédito e Inversiones en 1972. Diez años después, Banca Catalana poseía 1.251.651 acciones, con un valor nominal de 3.067 millones de pesetas, lo que suponía. el 39,2% del capital total, se dice en el documento. En los meses sucesivos se llegó a controlar el 57,6% del capital del Crédito e Inversiones. Para estas operaciones se destinaron 3.920 millones de pesetas procedentes de la caja b. Recalca el ministerio público que a estas operaciones se dedicaron 2.136 millones en concepto de "complementos", sin que en ningún momento se especifique si alguien se benefició de esta cantidad. El Fondo de Garantía de Depósitos tomó el control del Crédito e Inversiones en noviembre de 1982, al hacerse cargo del grupo Catalana.

El ministerio fiscal solicita en el escrito de petición de procesamientos que se investigue la contabilidad de los bancos de Alicante y Crédito e Inversiones, por considerar que se cometieron también graves irregularidades durante la época en que pertenecieron al grupo Catalana.

El informe fiscal examina también las operaciones relativas a la compra de acciones del Banco de Asturias, del Banco de Barcelona y del Mercantil de Manresa y a la adquisición de valores de Banca Catalana. La compra de acciones del Banco de Asturias empezó en 1969. Un paquete importante fue adquirido a través de la sociedad instrumental Serfi, cuyo representante era el procurador Narcís Ranera Cahís. Catalana llegó a poseer el 60,99% de las acciones de esta entidad. Los administradores de Catalana "distrajeron", según la acusación, 390 millones de la caja b para comprar parte de estas acciones.

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En 1968 se inició también la adquisición de acciones del Banco Mercantil de Manresa y del Banco de Barcelona. Para la compra de títulos de este último banco se dispuso de 1.355 millones de la caja b y de 768 millones para la operación del Mercantil de Manresa, asegura el documento. Asimismo, señala que se destinaron 2.308 millones de la caja b para la adquisición de acciones de la propia Banca Catalana.

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