_
_
_
_
_

Procesado el operario que retiró un contador horas antes de una explosión de gas en la que murió una niña

José María Perozo, operario de Gas Madrid que el pasado día 2 retiró, en la calle de Juan Bautista de Toledo, 31, un contador horas antes de que se produjera una explosión en la que murió Diana Blázquez, de 11 años, y otras 10 personas resultaron heridas, ha sido procesado por la titular del Juzgado de Instrucción 17 de Madrid, Elisa Veiga, por un supuesto delito de imprudencia. El operario se encuentra en libertad provisional bajo fianza de 80 millones de pesetas, que serán abonados por Gas Madrid como responsable civil subsidiaria.

Elisa Veiga, titular del Juzgado número 17, manifestó que del informe se desprende que el operario de Gas Madrid sufrió una equivocación cuando, antes de retirar el contador del piso primero izquierda, se dispuso a cerrar la llave exterior de este piso, que se encuentra en el descansillo de la escalera. "En vez de cerrar esta llave abrió la del primero centro", dijo la juez.La explosión fue posible porque en el primero centro -sin servicio de gas desde hace más de 10 años y deshabitado en el momento de la explosión- la llave interior también estaba abierta, sin que se sepan las causas. El operario, tras esta operación en la escalera, retiró el contador del primero izquierda y cerró la llave interior de la vivienda.

Horas después, la fachada de los tres primeros pisos saltaba por los aires la niña Diana Blázquez resultaba muerta a causa de las heridas sufridas. Otras 10 personas tuvieron que ser atendidas en centros hospitalarios.

El hecho de que se hubiera retirado el contador del primero izquierda hizo pensar en un principio que en este piso se había producido la explosión. Dos técnicos de la Dirección General de Industria de la Comunidad de Madrid, a petición de la juez, revisaron la instalación, al igual que hicieron posteriormente los técnicos de Gas Madrid.

Según fuentes de la compañía, el error se debió de producir al estar las llaves del primero centro e izquierda juntas en un cajetín situado en lo alto. Una de ellas estaba, según estas fuentes, semitapada por varios cables, por lo que el operario debió de actuar sobre la descubierta, abriéndola en vez de cerrarla. "El operario tiene que saber qué llave manipula", dijo la juez. Perozo, que lleva 15 años en la compañía, ha sido cambiado de cometido y actualmente trabaja en las instalaciones de Gas Madrid en la Puerta de Toledo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_