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La Comisión Trilateral dedicará su próxima asamblea al paro y la deuda externa

La Comisión Trilateral, organización privada que agrupa a empresarios y políticos de Europa, Norteamérica y Japón, se despidió ayer de Madrid -donde ha celebrado su asamblea plenaria- con una expresión de asombro por la "vitalidad y energía" de la joven democracia española y de sus líderes, según declaró ayer a este periódico George Berthoin, uno de sus tres presidentes. La próxima asamblea se celebrará en marzo de 1987, en San Francisco, y dedicará especial atención al elevado desempleo en Occidente y al problema de la deuda en el Tercer Mundo.

La necesidad de una mayor cooperación en las políticas monetarias de los países occidentales, en la línea marcada por la cumbre de Tokio de las siete potencias industriales, así como el requerimiento a la Unión Soviética para que evite el secretismo en accidentes como el ocurrido en la planta nuclear de Chernobil, fueron los aspectos más destacados de los cuatro días de sesiones, según se puso de manifiesto en la conferencia de prensa que, como colofón al encuentro, ofrecieron los tres presidentes de la organización: el ya mencionado Berthoin; el norteamericano David Rockefeller y el japonés Isamu Yamashita.Fuera de programa, los tres presidentes expresaron ayer su "grata sorpresa" por la "vitalidad y energía de la joven democracia española y de sus líderes". Berthoin resaltó su firme convincción de que la presencia durante cuatro días de los miembros de la Trilateral en Madrid, tal como se puso de manifiesto en los encuentros con el Rey y el presidente del Gobierno, permitirá incrementar las inversiones extranjeras en España.

David Rockefeller calificó de "considerable" el grado de apertura de la economía española, especialmeinte en el terreno bancario. Y el japonés Yamashita se felicitó del éxito de las recientes inversiones niponas en España que, de continuar, dijo, servirán para incrementar el grado de interdependencia económica y ayudar a eliminar así el desequilibrio comercial que Japón mantiene, a su favor, con Europa y Estados Unidos.

En el documento final, hecho público en forma de declaración de los presidentes (la Trilateral no tiene una opinión única ni unánime, según declararon ayer éstos), se destaca, en la misma línea, "la importancia histórica y política de la entrada de España y Portugal en la CE, un signo de la vitalidad de Europa, que refuerza la fortaleza y capacidad de la relación trilateral".

En el frente económico, el documento llama la atención sobre "las oportunidades que existen para el progreso substancial en cooperación multilateral, fortalecido desde el pasado otoño entre los socios trilatrales y ayudado por bajos tipos de interés, convergencia de la dirección hacia políticas de libre mercado y también por un crecimiento más estable y sostenido". Con todo, el texto advierte sobre la persistencia de conflictos que amenazan la cooperación, tales como las medidas proteccionistas, los déficits fiscales excesivos y las rigideces en los mercados laborales.

Desconfianza

En el capítulo de las relaciones políticas, el documento refleja la tradicional desconfianza de la Comisión hacía los países del Este europeo y la Unión Soviética, destacado ayer por Rockefeller por su pública admisión de que ningún comunista declarado de un país democrático occidental puede ingresar en las filas de, la Trilateral. No obstante, los presidentes de la Trilateral contemplan "perspectivas de alguna mejora a corto plazo" en las relaciones Este-Oeste, que deberían establecer una relación más equilibrada y duradera que descanse sobre una base de compromisos mutuos e intereses".El documento hace también un llamamiento a la URSS, dentro de una clara referencia al accidente de Chernobil, para que coopere, coordine e informe en "aquellos aspectos relevantes al bienestar de la humanidad".

Las relaciones con la Unión Soviética fue también el tema estelar de la intervención del doctor Zbgniew Brzezinski, ex-asesor de Jimmy Carter en cuestiones de seguridad nacional, cuyas pesimistas referencias a la economía soviética llamaron la atención de los miembros de la comisión. Según un texto filtrado de su discurso, Brzezinski señaló que "la economía soviética está estancada, en un callejón sin salida, ya que en lugar de crecer, disminuye". "No logra pasar la fase de la industrialización, dada la rigidez que le impone el sistema político, su geografía y la historia".

Según el ex-asesor de Carter, "los problemas sociales dominan la vida soviética: el alcoholismo, la droga y una juventud sin ilusión que ha hecho que la URSS sea el único país del mundo donde la longevidad ha bajado en los últimos años, pasando la media de 64 a 61 años". Sobre la reducción de la presencia norteamericana en Europa, Brzezinski advierte sobre el peligro de que esta cuestión se convierta en un elemento de separación entre ambas partes.

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