Cuatro muertos por asfixia.
Josefa Ortega, de 64 años, sus nietas Olalla y María Plaza Gallego, de 14 años y 11 años, respectivamente, e Isabel Jiménez Sampalo, de 14 años e hija de una asistenta de la familia, fallecieron en la madrugada del sábado en San Roque (Cádiz) a consecuencia de los gases producidos al incendiarse un brasero eléctrico que había quedado encedido durante la noche. Según las primeras investigaciones, el brasero prendió en la tela de la mesa-camilla como consecuencia de la acumulación de calor y originó una combustión del tejido, con un gran desprendimiento de gases que terminó por consumir todo el oxígeno de la vivienda.-
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