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La madre del militante de Terra Lliure fallecido pide que no haya mas muertes

Unas 200 personas. asistieron ayer por la tarde al entierro de Joaquim Sánchez Núñez, militante de Terra Lliure, fallecido en la madrugada del martes en Barcelona, al explosionar un artefacto que portaba. El acto fue celebrado en el cementerio del Sur de El Prat (Barcelona). Momentos antes de introducir el féretro en el nicho, la madre de Joaquim Sánchez se dirigió a un numeroso grupo de compañeros de su hijo y, hablando en castellano, pidió: "que esta muerte sea la última, del terrorismo".

"Desconozco y no comprendo el ideal por el que ha dado su vida mi hijo Joaquín, pero lo que sí sé es que la violencia no trae nada bueno", añadió. La madre del fallecido retuvo la introducción del féretro y exclamó: "Dios mío, ayúdalos". Luego se dirigió expresamente a los numerosos independentistas presentes en el entierro y les dijo: "No hagáis más muertes, por Dios, que sois muy jóvenes. Soy creyente y mi hijo también lo era. Luchad por conseguir amor y no violencia".

Entre los asistentes al entierro destacó la presencia del dirigente del Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN) -Partido al que perteneció Joaquim Sánchez Núñez- y miembro del Moviment de Defensa de la Terra, Jordi Moners, quien dejó de enarbolar la única bandera independentista presente en el acto a medida que la madre avanzaba en su discurso.

El féretro que contenía los restos mortales de Joaquim Sánchez fue trasladado desde el Hospital Clínico de Barcelona al cementerio del Sur de El Prat, donde, después de ser cubierto con una bandera catalana con la estrella independentista, fue introducido en el nicho número 24 de la segunda agrupación

Explosión el Vilafranca

Por otra parte Terra Lliure efectuó en la noche de ayer su primer atentado tras la muerte de Joaquim Sánchez. Un artefacto de escasa potencia y de fabricación casera, explotó en las dependencias de de la Compañía Telefónica de Vilafranca del Penedés (Barcelona). Los daños producidos fueron únicamente materiales y afectaron a una de las ventanas del edificio, situada en la calle Parellada.

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