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Entrevista:

La amarga dulzura de la diabetes

Declaraciones de Manuel Serrano Ríos, presidente del XII Congreso de la Federación Internacional

Los trasplantes de páncreas e islotes pancreáticos, las bombas de insulina o la utilización de inmunosupresores son algunos de los avances científicos que han revolucionado el campo de la diabetes. Sin embargo, mientras la vacuna contra la enfermedad siga siendo sólo una utopía en la que se investiga, los especialistas seguirán proclamando la necesidad de prevenir este mal que afecta a un millón y medio de españoles, según afirma en esta entrevista Manuel Serrano Ríos, especialista que ha presidido recientemente el XII Congreso dela Federación Internacional de Diabetes, celebrado en Madrid.

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El futuro de la enfermedad

Serrano Ríos es catedrático de Patología General y Propedéutica Clínica y jefe del servicio de Medicina Interna del centro Ramón y Cajal, de Madrid. Lleva casi 20 años dedicado a la investigación biomédica en el campo de la endocrinología, concretamente en la diabetes.

Pregunta. Todos hemos oído hablar dé la diabetes, pero ¿existe un conocimiento real de esta enfermedad en nuestra sociedad?

Respuesta. En primer lugar, hay que decir que existen varios tipos de diabetes. Las más comunes son la del tipo 1, que suele afectar a personas jóvenes y que se adquiere por infecciones de tipo externo, normalmente víricas. Se caracteriza porque sus células beta, que son las que producen la insulina, quedan destruidas. totalmente, porque algo hace que esas células se suiciden (autodestrucción de base inmunológica). Estos pacientes son incapaces de producir insulina y, por tanto, dependen toda su vida de la administración externa de esta sustancia. Representan del 1 % al 4% de la población total. La otra, del tipo 2, se da en personas que tienen suficiente insulina circulando por su organismo, pero que es rechazada, en cierta forma, por las demás células. Este tipo representa casi el 90% de las diabetes que se producen, y se suele dar entre personas de edad madura y avanzada.

No obstante, lo que tienen todas las diabetes en común es la hiperglucemia, es decir, que el nivel de azúcar en la sangre se eleva por encima del índice normal.

P. ¿Cuáles son las medidas más eficaces para prevenir esta enfermedad?

R. La diabetes coincide en muchos casos con la obesidad; entonces el tratamiento debe consistir en una dieta de adelgazamiento rica en fibras (sobre todo de tipo vegetal) o en la administración de tabletas cuyas sustancias rebajen la glucosa en la sangre. La alimentación ha de ser equilibrada en proteínas y calorías y de calidad. Las grasas y los derivados del cerdo deben ingerirse en la menor cantidad posible. Todo el mundo, pero sobre todo las personas con indicios prediabéticos o propensas a infartos de miocardio, debiera tener muy en cuenta estos consejos, y también hacer ejercicio, porque el sedentarismo es fatal para ésta y otras enfermedades.

"Los diabéticos. necesitan centros especializados"

P. Según se dijo en el reciente congreso internacional de diabetes, celebrado en Madrid, en nuestro país existe aproximadamente un millón y medio de, diabéticos, y puede decirse que un 70% de la población española es prediabética debido, sobre todo, a su inadecuada alimentación. ¿Qué están haciendo las autoridades sanitarias para paliar este problema y qué trato recibe el diabético en los centros asistenciales y hospitalarios?

R. Cada vez se atiende más y mejor a los enfermos, pero estamos aún muy lejos del ideal. No existe un cuidado organizado, a nivel nacional, del diabético. No existen especialistas en cuidar al enfermo de diabetes, ni centros de salud, ni hospitales adecuados. Estos enfermos necesitan unos cuidados especiales diarios, que yo llamo "la cocinilla de la diabetes". Hacen falta especialistas, enfermeras, nutricionistas, asistentes sociales, que se ocupen de estos enfermos en centros exclusivos para ellos. Precisamente ahora existe una polémica en tomo al posible cierre del Instituto de Diabetología de Madrid, que es el único que existe en España. Esto sería una barbaridad, porque es un centro asistencial que cubre las necesidades de miles de pacientes.

P. ¿Cómo se pueden atajar las enfermedades derivadas de la.dia betes, es decir, ceguera, arteriosclerosis, insuficiencia. renal, etcétera?

R. El problema diabético acabará imponiéndose, porque mediante esas enfermedades y otras, como las lesiones de carácter nervioso, obstrucciones de los vasos periféricos, con secuelas de gangrena, amputaciones, etcétera, se elimina de la vida activa a muchísima gente joven y productiva. Atajar estos problemas pasa por eliminar los factores de riesgo antes mencionados y tratar de detectar precozmente la afección. Esto se viene haciendo en países como Estados Unidos o Australia, donde la reducción de las enfermedades derivadas de la diabetes son cada vez más espectaculares.

P. ¿A qué nivel están actualmente las investigaciones relativas a la creación de anticuerpos en el sistema pancreático (inmunosupresores), así como los trasplantes de páncreas?

R. Sobre esto están investigando muy seriamente en Canadá, Estados Unidos y Europa. En los diabéticos insulinodependientes, el mecanismo de destrucción de las células beta se lleva a cabo mediante la producción de sustancias inmunológicamente activas. Por tanto, se trata de utilizar drogas o anticuerpos (inmunosupresores) que interrumpan ese ciclo. Uno de los más utilizados hasta ahora es la ciclosporina. Se ha expenmentado en diabéticos del tipo 1, con buenos resultados, pero no del todo convincentes. También existen intentos de trasplantar o bien el páncreas o las células beta. El trasplante de páncreas está bastante resuelto a nivel técnico y ya hay más de 100 pacientes en el mundo queapenas usan la insulina después de habérseles trasplantado el órgano. En España, concretamente en Barcelona, los doctores Fernández Cruz y Gil Vernet tienen ocho o nueve pacientes que han respondido bien a esta operación.

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