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La Unesco cree que el acceso al primer empleo es el problema fundamental de los jóvenes de los cinco continentes

Francesc Valls

El problema fundamental de los jóvenes de los cinco continentes, en el futuro inmediato, es el acceso a un primer empleo, manifestó el director general de la Unesco, Amadu Mahtar M'Bow, en su discurso inaugural del Congreso Mundial sobre la Juventud, que se celebra desde ayer en Barcelona y se prolongará hasta el próximo día 15. Javier Solana, ministro de Cultura, que presidió el acto en representación del jefe del Gobierno, Felipe González, recordó el estudio hecho recientemente por la Administración española en el que el paro figura como primera preocupación de los jóvenes. Solana dijo que el origen de los principales problemas que afectan a la juventud provienen, en algunas ocasiones, de sectores sociales distintos a la juventud.

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El director general de la Unesco dijo que "en todas las regiones del mundo se observa un crecimiento brutal del paro o del subempleo, que afecta a jóvenes de todo tipo, ya sean del campo o de la ciudad, instruidos o no, cualificados o no". La frustración de la juventud por no obtener empleo, manifestó M'Bow, "es importante no sólo como elemento de subsistencia, sino también como algo que afecta a su equilibrio psicológico, su sentido de la dignidad y su capacidad de participar de manera creativa en la vida de la sociedad".La estructura del empleo ha sufrido profundos cambios, mientras que los cambios no se han producido en la estructura educativa, afirmó el director general de la Unesco. Para destacar la importancia de la juventud y sus distintos problemas M'Bow recordó que "el grupo de edad comprendido entre los 15 y los 25 años representa actualmente, en muchos países, del 50% al 60% de la población, mientras que en otros no supera el 30%, de ahí la dificultad de generalizar los problemas de la juventud de un país a otro, de una región a otra".

La intervención de M'Bow fue realizada ante más de 500 personas -observadores y congresistas- pertenecientes a los 108 Estados miembros del organismo internacional. En la puerta de acceso al Palacio de Congresos se concentró un grupo de objetores de conciencia, quienes protestaban por la actual ley de Objeción. En el acto tomaron la palabra, además del director general de la Unesco y del ministro de Cultura, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall; el presidente del Comité Consultivo del Año Internacional de la Juventud, Nicu Ceaucescu, y la joven Elisabeth A. Muller, en nombre de las organizaciones no gubernamentales.

Todos los oradores coincidieron en señalar la situación de crisis que vive actualmente esta franja de la población mundial que oscila, según la mayoría de los países de la Unesco, entre los 15 y los 24 años. Javier Solana manifestó en su discurso que las directrices del Gobierno respecto a la juventud son la creación de empleo, la reforma del sistema educativo y el apoyo al asociacionismo juvenil.

El ministro dijo que era necesario adecuar la enseñanza a la situación de un mercado de trabajo en constante mutación. "Contra los nuevos retos", añadió Solana, "no valen las viejas respuestas" y destacó la importancia de la cooperación entre los jóvenes en la búsqueda de la paz, "que no es sólo la ausencia de la guerra".

El problema de la paz y la lucha por conseguirla fue citado por el director del Consejo Consultivo del Año Internacional de la Juventud, Nicu Ceaucescu, quien destacó la lucha de la juventud para la construcción de un mundo más justo. El futuro fue también evocado por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, quien tras dar la bienvenida a los congresistas resaltó que se está gestando una sociedad basada en nuevas técnicas "y sólo los jóvenes y los mayores que se hayan reclicado podrán conducir esta nueva sociedad".

Pujol dijo que "ser joven hoy no es fácil, hoy ser joven es difícil". El presidente de la Generalitat, que concluyó su intervención en catalán, dijo que no se puede "utilizar a la juventud como arma política o elemento de propaganda".

Cámara de jóvenes

El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, se dirigió a los asistentes al Congreso y, tras citar la política desarrollada por el Ayuntamiento con el Proyecto Joven, destacó la necesidad de realizar una reforma educativa que permita afrontar los retos del año 2000. Asimismo, el alcalde dijo que no se podía descartar la posibilidad, "aunque parezca una utopía", de crear una cámara de los jóvenes, tal como en otra época habían funcionado otro tipo de foros para otras edades.Tras las intervenciones, fue leído un mensaje enviado por Juan Pablo II. El Papa escribe en su mensaje que "en los jóvenes está la esperanza de la humanidad" y afirma que el clima de permisividad, que se ha desarrollado sobre "la pérdida o la erosión de valores espirituales y éticos, no ha producido buenos frutos y no ayuda al progreso de la auténtica personalidad de los jóvenes". Asimismo enviaron mensajes los Gobiernos de Canadá, Indonesia y Túnez.

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