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El debate del 'caso Flick'

Socialistas y conservadores se acusan mutuamente tras el debate

La sombra de un Watergate a la española planeó ayer en las acusaciones mutuas que socialistas y conservadores se dirigieron tras la celebración del Pleno del Congreso dedicado a la discusión de las conclusiones de la llamada comisión Flick. El presidente del Gobierno, Felipe González, señaló que "algunos grupos han tenido la tentación lamentable de recurrir a proyectos ilegales para recabar datos de otros partidos, pero ni los procedimientos ilegales les han servido". Sin querer entrar en más detalles, Felipe González dijo que "ha habido tentaciones de entrar en contacto con profesionales de la intoxicación, aunque eso es algo que creo está superado".Por su parte, el vicepresidente de AP Alfonso Osorio, declaró que "sacar un documento de otro partido es similar a algo que le costó la presidencia a Richard Nixon, y se llamó el caso Watergate". El secretario general de AP, Jorge Verstrynge, insistió en que "el Código Penal contempla que descubrir secretos de otros partidos para darles publicidad puede ser penado hasta con arresto".

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Ambos se referían a un documento interno de AP, esgrimido en su intervención ante la Cámara por el socialista Eduardo Martín Toval. En este documento, el entonces gestor de la Fundación Cánovas del Castillo, Javier Carabias, admite que la subvención del Ministerio de Cultura para la citada fundación, ligada a AP y de la que Fraga es presidente, "se ingresa en la tesorería nacional de AP", lo que, afirma Carabias, "convendría instrumentalizar un procedimiento contable y de control para el libramiento paulatino de los fondos necesarios".

González consideró una "polémica miserable" el planteamiento con el que la oposición acudió al Pleno de ayer. "Soy la persona que tiene la conciencia más tranquila en este debate y mantendré las respuestas que di en su día, en el mes de noviembre, porque puedo mantenerlas y nadie puede demostrar lo contrario".

Luego, el presidente del Gobierno hizo alusión indirecta a los fondos recibidos por AP de la fundación alemana Hans Seidel, ligada al partido socialcristiano bávaro (CSU) de Franz Josef Strauss: "Yo comprendo las especulaciones que hacen los partidos, aunque en determinadas cosas quizá las comprenda menos. Todos están convencidos de que yo no recibí el dinero, pero si, en opinión de Ruiz Gallardón, recibir dinero fuese un deshonor, él estaría en una enorme dificultad dentro de su grupo. Es evidente que no creen que sea deshonroso, pero yo sí lo creo".

Por lo demás, y como cabía esperar, los representantes de cada partido -excepción hecha del Grupo Vasco, que se mostró ambiguo y algo huidizo- se reiteraron en sus conclusiones. Manuel Fraga manifestó expresamente su apoyo a la intervención de Ruiz Gallardón, que consideró "moderada y acertada". Pero otros miembros del Grupo Popular no ocultaban su disgusto ante todo el proceso que llevó a la gestación, desarrollo y conclusión del caso Flick.

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