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Eurocopa de selecciones de fútbol

Unos 5.000 aficionados recibieron a la selección española

La selección española de fútbol, que el pasado miércoles se proclamó subcampeona de Europa, fue recibida ayer en el aeropuerto madrileño de Barajas por más de 5.000 aficionados en un clima de fiesta y como si realmente hubiese conseguido el título de campeón. Los aficionados, que portaron buen número de banderas españolas, comenzaron a llegar al aeropuerto de Barajas una hora antes de que aterrizase el avión que trasladó a la expedición del equipo nacional desde París y que registró un retraso superior a la media hora. Los jugadores españoles se mostraron unánimemente sorprendidos por el recibimiento y también satisfechos porque haber proporcionado, con su actuación en la Eurocopa, tal ambiente de triunfo a los aficionados. Salieron del aeropuerto escoltados por la policía, para evitar las efusiones de los aficionados.

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Los aficionados dedicaron el tiempo de espera a la llegada de la selección española a recorrer los pasillos del aeropuerto con sus banderas al aire, al mismo tiempo que entonaron cantos dedicados a caca uno de los jugadores españoles, citándoles por su nombre, y al seleccionador nacional. Los gritos de "¡campeones! ¡campeones!" se intercalaron con los cánticos de "manos arriba, esto es un atraco" o "así, así, nos roban en París", al mismo tiempo que con otras canciones ridiculizaron a los franceses, al jugador Platini, y al árbitro del partido, el checoslovaco Chistov.E1 presidente de la Federación Española, Pablo Porta, fue el primero de la expedición española en pasar en control de pasaportes del aeropuerto de Barajas. Tenía prisa por abandonar el aeropuerto, lo que hizo inmediatamente para trasladarse al hotel próximo, donde después almorzó toda la expedición española. Pablo Porta llegó enfermó a Barajas. Uno de sus máximos colaboradores indicó que tenía problemas de estómago, con una úlcera que le sangró. De todos modos el presidente de la Federación tuvo tiempo para declarar que "el subcampeonato de Europa justifica la labor de los últimos años y supone todo un homenaje a la afición española, que nunca tuvo una oportunidad como ésta para demostrar su satisfacción y su confianza en el equipo nacional".

Miguel Muñoz, el seleccionador nacional, explicó el excepcional recibimiento de ayer de la selección española como compensación por el que deseó concederla en el pasado Mundial-82. Muñoz se mostró plenamente satisfecho con la actuación del equipo español y con la progresiva mejoría que registró en cada partido que disputó. "Es lógico que después de cada encuentro se consiga una mayor compenetración. Claro está que los periodistas se fijan sobre todo en lo malo y por eso destacaron el partido frente a Rumania. Siempre tuve confianza en nuestros jugadores por su preparación y sus ganas de conseguir algo brillante".

Arconada, el portero español, fue uno de los jugadores más recordado en los gritos de ánimo de los aficionados, con lo que pretendieron eximirle de la posible culpabilidad que tuvo en el primer gol de la final. La pregunta más insistente que recibió Arconada se refirió siempre a ese asunto. "¿Culpable? En absoluto", fue la respuesta inmediata del jugador de la Real Sociedad, que, quizás un poco molesto, añadió que "apenas tendría importancia si hubiésemos conseguido gol en las dos oportunidades claras que contamos para marcar".

La mayoría de los jugadores españoles culparon sobre todo al árbitro del encuentro del resultado final. Camacho comentó su desilusión por la derrota y su alegría porque la afición respondiese como lo hizo ayer en Barajas.

Sarabia, por su parte, al preguntarle si no salió demasiado tarde en cada partido, señaló que "pienso que pude jugar en el equipo desde el principio de cada encuentro. No quiero compararme con compañero alguno. Puedo jugar con todos ellos y soy consciente de que tengo un sitio en el equipo español".

Unos 200 millones de beneficios

Maceda, otro de los jugadores más coreados por los aficionados, mostró su satisfación por ser el máximo goleador de la selección en la Eurocopa y al mismo tiempo su desilusión al no poder jugar el partido final. Justificó, además, el cambio del equipo nacional del Mundial-82 a éste como "una cuestión en la que intervienen muchas circunstancias: jugadores, técnicos y sistemas de juego. No es que seamos mejores o peores que entonces".

El secretario general de la federación, Agustín Domínguez, declaró que la organización de la Eurocopa tardará de 30 a 60 días en liquidar los beneficios del torneo. La Federación española, como ejemplo, percibirá el 16% de los ingresos del partido final de la Eurocopa, unos 80 millones de pesetas, una vez deducidos los gastos.

El equipo español será uno de los que más ganancias obtenga con la Eurocopa, al disputar el mayor número de partido, junto a Francia, y conseguirse en sus partidos las mayores recaudaciones. Se estima que la federación puede percibir, por su participación en esta Eurocopa, de 175 a 200 millones de pesetas. Estos ingresos se repartirán íntegramente, a partes iguales, entre los jugadores de la selección española y los clubes a los que pertenecen, según su número, una vez deducidos todos los gastos de la preparación y participación del equipo nacional en este Campeonato de Europa de Naciones.

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