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La difícil salvación de Potasas de Navarra

Flores y champiñones cultivos para reconvertir una mina

La utilización de las galerías de la mina para la producción de champiñones o la extracción del aire caliente del yacimiento para su uso en invernaderos dedicados a la obtención de flores exportables son algunas alternativas propuestas por la dirección de Potasas de Navarra. Amenazada de cierre, esta empresa del Instituto Nacional de Industria (INI) ha perdido en lo que va de año 3.200 millones. Los sindicatos CC OO, UGT, ELASTV y USO prefieren mantener las actividades actuales y han expresado su solidaridad con los trabajadores de Potasas, quienes han organizado una campaña que culminó el pasado sábado en una manifestación de 10.000 personas bajo el lema "Navarra, contra el cierre de Potasas".

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Una historia conflictiva

"El futuro de la mina de Potasas de Navarra (PDN) depende, esencialmente, de las investigaciones que se están desarrollando en estos momentos en la zona norte de Sarriá, fuera de la actual concesión de la sociedad, concesión en la que las reservas existentes de potasa están en principio reconocidas, y cuya explotación no permite la supervivencia de la mina más allá de un período corto y ya bastante definido", según recoge una nota informativa de la dirección de PDN. Los resultados de estas investigaciones se conocerán a finales de noviembre, aunque las perspectivas son, en opinión del presidente de Potasas, Francisco Conde, bastante malas.Salvar empleos

En previsión de un resultado desfavorable en Sarriá, los responsables de esta empresa del INI estudian un plan que permita salvar los empleos de los 1.800 trabajadores, dado que, como ya anunció el ministro de Industria, Carlos Solchaga, al comité de empresa, a principios de este año, "el agotamiento técnico del actual yacimiento de Potasas. de Navarra hace inviable su, explotación y conduce inevitablemente al cierre de la misma", agrega esta nota. Para la dirección de Potasas, la inviabilidad de la actual explotación se acrecienta a medida que pasa el tiempo. En este sentido, ha señalado que las pérdidas durante 1982 fueron de 3.868 millones de pesetas (de los que 2.030 son atribuibles a cargas financieras; 1.347, a amortizaciones, y 491, a funcionamiento), mientras que en lo que va de año, hasta finales de septiembre, las pérdidas. globales de PDN ascienden a un total de 3.287 millones de pesetas (1.606 por cargas financieras; 452, a amortizaciones, y 1.229, a funcionamiento), "sin que se vislumbre una mejoría posible, sino que, al contrario, los resultados empeoran a medida que, pasa el tiempo".

Las pérdidas de la empresa, unidas al resultadonegativo de las investigaciones que se realizan actualmente en la búsqueda de nuevos yacimientos, propiciarían el cierre definitivo, en un plazo de dos años, de la actual explotación de PDN, después de un cuarto de siglo de vida. En previsión de que esto suceda, el presidente de Potasas, Francisco Conde, ha presentado al pomité de empresa el denominado plan de mina reducida, que se pondría en práctica una vez demostrada la carencia de mineral.

Este proyecto consiste, básicamente, en "adecuar las dimensiones de la explotación a las reservas explotables de la actual mina, lo que permitiría mantener este yacimiento hasta su total agotamiento técnico, por un período previsto inicialmente de dos años, y en este tiempo desarrollar planes industriales capaces de generar empleo que asuma los puestos de trabajo que la reducción progresiva de la mina obliga a cancelar".

Según se especifica en el plan, propuesto por el presidente de Potasas a los trabajadores, la concentración en mina y la reducción de la productividad bruta llevará consigo una disminución de plantilla que afectará a todos los centros laborales de la empresa. La aplicación de esta reducción se llevará a cabo a lo largo de 1984 (436 trabajadores) y 1985 (132 personas). El proyecto señala asimismo que, sin tener en cuenta las indemnizaciones al personal, PDN se encontraría con una cuenta de resultados negativos de 6.723 millones de pesetas en 1984 (de los que, entre otros, 2.648 millones son cargas financieras, y 3.876 millones, por amortizaciones) y de 5.835 millones de pesetas en 1985, 2.220 de los cuales, por cargas financieras, y 3.370, de amortizaciones.

El comité de empresa de PDN (del que forman parte CC OO, UGT, USO y una candidatura unitaria de izquierdas) ha rechazado de forma tajante este plan de mina reducida, ya que considera que no es una solución, sino únicamente un proyecto de cierre dilatado de las instalaciones, por lo que han decidido realizar una campaña en contra de la puesta en práctica del mismo. Esta campaña se inició con el envío a todos los ayuntamientos de Navarra de una propuesta de acuerdo -acompañada de un texto explicativo de la situación en PDN- en la que- se pide el rechazo a la decisión del cierre adoptada por el INI y el apoyo a los planteamientos del comité de seguir explotando las reservas actuales. Ayuntamientos como el de Pamplona o el de Tafalla han aprobado, con la abstención de los concejales socialistas, esta propuesta. Una manifestación en Pamplona, el pasado sábado por la noche, bajo el lema "Navarra, contra el cierre de Potasas", culminó esta campaña.

Los representantes de los trabajadores consideran que el plan de mina reducida acabará con 568 puestos de trabajo, imposibilitará cualquier inversión a partir del 1 de enero de 1984 y cerrará, además, otras perspectivas de futuro, al impedir la continuidad de las investigaciones para buscar y delimitar nuevos yacimientos. Para el comité de empresa, cuyos miembros han reiterado la absoluta viabilidad de Potasas, esta industria cuenta con yacimientos suficientes para continuar la extracción, al menos durante nueve años. En este sentido, han recalcado en diversas ocasiones que, al margen de las explotaciones Ya conocidas, existen unas reservas de 15 millones de toneladas de mineral en la zona situada entre Subiza y Esparza.

Puestos alternativos

Estas reservas de Subiza garantizarían, en opinión del comité, varios años más de vida a la empresa, teniendo en cuenta que el ritmo de explotación es de unos dos millones de toneladas al año. Además, la explotación de Subiza puede suponer, a su juicio, la transición a la de Sarriá -donde, según sus previsiones, hay 24 millones de toneladas de yacimiento-, lo que, sin duda, supondría una garantía de futuro para los trabajadores y, en el caso de que las investigaciones actualmente en curso resultasen negativas, permitiría con tiempo suficiente abordar la reconversión de PDN con puestos de trabajo alternativos.

Pero, pese a esta opinión del comité de empresa de que hay que extraer la potasa de Subiza, el presidente de esta industria, Francisco Conde, ha declarado que "habría que realizar la infraestructura de una mina nueva, lo que, para una explotación de tres años de vida, supondría una inversión inicial de 1.500 a 2.000 millones de pesetas".

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