¿Cataluña es pobre?
Jordi Pujol ha dicho que Cataluña es un país "pobre". Empobrecido por falta de materias primas, de aguas, de terreno fértil y llano, toda la riqueza almacenada en Cataluña, señala, es fruto del trabajo y de la capacidad iniciativa de, sus hijos. Y ha añadido que el nivel de paro es el más alto del país, por lo que el Estado debe acudir a salvarla.Que perdone el Honorable, pero no estoy de acuerdo con esas causas como motivo de la pobreza. Cataluña logró elevar España al rango de décima nación industrial europea, pero sin una base ni plataforma en que apoyarse. En cuanto ésta empezó a resquebrajarse, adiós a muchas industrias grandes, medianas y pequeñas. Fueron muchos los empresarios que proliferaron a partir del año 1939, pero la mayoría sin solera ni mentalidad de tales.
En aquellos tiempos, quien disponía de unos pocos duros y de certificado de buena conducta y adicto al régimen, tenía las puertas_ abiertas para ganar fortunas sin apenas esfuerzos. A partir de los años 70, y por la subida del petróleo, se terminó "la dolça vida" "y se tuvo que utilizar más la mente que el talonario, y aquí empezó la crisis, y nada se hizo ni se pensó para una nueva y moderna reconversión, y ahora vivimos las con secuencias.
Pese a todo, no creo en la "pobreza cátalana" tal como la describe Pujol, porque hoy la mayor parte de los catalanes seguimos "todavía" sin dificultades para comer, tenemos acceso a nuestra ducha o baño diario, a nuestro "tortell i xampany" dominical o festivo, a nuestros caprichos, a movilizar y desplazar ingentes muchedumbres que cualquier punto de nuestra geografía o europea (lo que representa decenas de millones de pesetas) para presenciar un acto deportivo... Y no es que lo critique, pero en otros lugares de la piel del toro hace tiempo ha desaparecido casi lo indispensable para poder subsistir.
Por sí sola, la inversión pública no salvará Cataluña. ¿Qué ha hecho en este último lustro la patronal y el empresariado catalán?. Cero. Recuerdo el compromiso público anunciado por Pujol a las 48 horas de ser nombrado presidente de la Generalitat, a través de un programa radiofónico, afirmando que sus muchas amistades financieras y empresariales le habían prometido múltiples reservas financieras para invertirlas caso de llegar al cargo de la plaza de Sant Jaume, pero desgraciadamente ni se han visto ni se han palapado esas inversiones./
