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El Madrid disputará al Aberdeen la Recopa

El Madrid europeo sacó su genio de siempre, el que le compensa de no jugar excesivamente bien, sólo lo suficiente para no fallar en las ocasiones cruciales, y ganó justamente el billete para la final de la Recopa. El conjunto madridista podrá así, el 11 de mayo en la ciudad sueca de Gotemburgo, intentar sumar a sus repletas vitrinas uno de los pocos trofeos que le faltan. Será una revancha del último mal recuerdo de París en la Copa de Europa. Pero la empresa no será nada fácil, pues si el Liverpool era temible, el Aberdeen escocés parece una máquina en plena forma actualmente.El Austria volvió a ser un digno rival, incluso más técnico que el Madrid, pero le faltó capacidad goleadora. Fió todo su potencial a los tiros lejanos y Agustín demostró anoche, pese a las dificultades de blocar un balón resbaladizo, que no pudo algunas veces, su calidad. Y todo el cuadro de Di Stéfano, nuevamente con ausencias, digirió bastante bien, alternando pases cortos y largos, un difícil estado del terreno que, en principio, parecía perjudicarle.

Desde el comienzo, Del Bosque tomó la batuta en el medio campo y aunque falló algunos pases puso un orden espléndido, a la vez que Angel, San José y Salguero hacían un pressing mucho más cuidadoso y lógico que el inexistente en el primer tiempo del encuentro de ida en Viena.

El primer tanto vino de una falta, pero ya a los cinco minutos, Juanito, con detalles magníficos todo el partido, en una meritoria recuperación de moral -la calidad nunca se olvida- que es todo un ejemplo, obligó a Koncilia a demostrar su categoría. San José pudo marcar después, pero anoche no estuvo afortunado en ataque al entretenerse demasiado. El Austria, con su acordeón centrocampista de seis hombres -retrasados también Polster y Steinkogter- no se entregó y Agustín, en tres ocasiones, una, sobre todo, a tiro del húngaro Magyar, el mejor hombre sobre el campo, puso el último seguro tras Metgod, otro valladar atrás.

El Madrid, confiado en los dos goles que debía marcar ya el Austria para clasificarse, se durmió algo tras el descanso y como no aprovechó su juego ya claro al contraataque, en tres ocasiones de San José, Salguero y Pineda, sufrió el susto del empate. Agustín salvó dos tiros más de Steinkogler y Baumeister, pero no el cabezazo de Juan José. Es que el conjunto de Di Stéfano estaba goleador y su rabia se notó inmediatamente.

Santillana no sólo tuvo el acierto del precioso tercer gol, sino que permitió el segundo del hábil Juanito al robar el balón a un Zore que le hizo trabajar mucho con sus subidas al ataque. Pero el central austríaco no guardará precisamente buen recuerdo de esta eliminatoria. Falló ya en el primer gol del santanderino en el Prater de Viena y tuvo la culpa ayer en los tres. También descuidó el marcaje de Santillana en el primero y fue sentado, antes que Koncilia, en la preciosa jugada del tercero. EI capitán ha demostrado sobradamente que no sólo golea de cabeza. Su gran tanto fue todo un broche de oro para orlar el pasaporte de entrada en Suecia el próximo 11, de mayo. El Madrid pasó ayer su primer Rubicón. Con bajas, pero con su raza de siempre.

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