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El Gobierno culminará la puesta en riego de 37.000 hectáreas de la zona Genil-Cabra

Fuentes parlamentarias socialistas afirmaron ayer en Córdoba la decisión gubernamental de "llevar a término iniciativas de contenido social en el sector agrario", aprobadas por administraciones anteriores, cuyos expedientes quedaron bloqueados en el transcurso de su tramitación. Entre las actuaciones se encuentra el dar término a la puesta en riego de la zona Genil-Cabra, sobre una superficie útil de 37.010 hectáreas en las provincias de Cordoba y Sevilla.Este tema fue tratado en la reunión mantenida el jueves pasado en Madrid por el presidente del Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (Iryda) con el jefe provincial de su departamento en Córdoba, y el director provincial del Ministerio de Agricultura, con asistencia de Gregorio López, gobernador civil y Julián de Santiago, senador y miembro de la comisión de Agricultura del Senado.

A tenor de la información recibida, las actuaciones decididas rebasarán el marco provincial, afectando, por programación conjunta, a la provincia de Sevilla. Entre las soluciones adoptadas se pretende llevar a término las previsiones de los decretos de 25 de enero de 1974 y 31 de octubre de 1975 que, previa declaración de interés social, aprobaron la puesta en riego, redistribución de la propiedad rústica y transformación general de la zona regable Genil-Cabra, sobre una superficie útil de 37.010 hectáreas en las provincias de Córdoba y Sevilla.

Mientras siguen los trabajos de la primera fase de esta actuación sobre 7.000 hectáreas en la zona de Santaella, el Iryda ha tomado la decisión de ordenar la puesta en marcha del plan coordinado de la segunda fase, que afectará a 30.000 hectáreas de tierras de secano en el propio término de Santaella y en los de puente Genil, Montalbán y la Carlota, fundamentalmente, de la provincia de Córdoba, y en los de Estepa y Écija en los de Sevilla, en la que los regadíos se aplicarán sobre unas 12.000 hectáreas.

Malestar en la zona

La expropiación fue decidida en su día por razones de interés social y llevada a cabo por el Iryda. El estado actual de bloqueo había producido malestar en las comarcas beneficiadas, donde se produjeron, junto a las demandas de los, solicitantes de tierras, protestas de los propietarios expropiados en sudía por la tardanza en el cobro de las tasaciones convenidas y la no actualización de los precios.La Administración pretende ahora activar los trámites, tanto del pago de las tasaciones, urgido por las organizaciones patronales agrarias, como la propia conversión en regadíos de las tierras actuadas. Previo a esto último, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir deberá decidir sobre la ubicación de la cabecera para la toma de aguas. En estos momentos, la decisión a tomar está en la disyuntiva del recrecimiento de la presa de Malpasillo y Cordobilla o el trasvase de aguas desde el pantano de Iznajar.

Junto a esta reactivación de los regadíos, para cuya primera fase el Estado ha comprado ya 2.600 hectáreas y expropiado en tomo a las 4.000. Las primeras están siendo explotadas actualmente por obreros o modestos agricultores, mientras los terrenos expropiados han sido entregados en su mayoría a parcelistas. El Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario completará su acción en en la comarca de los Pedroches, en la sierra norte, y en el sureste de Córdoba. En total se prevé una inversión en tomo a los 14.000 millones de pesetas en los próximos seis años.

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