Costa Gavras aprovecha su fugaz visita

Ha sido la visita de Costa Gavras la más fugaz de todo el festival, pero también la más intensa. Vino a presentar su película Missing (Desaparecido), que ya obtuvo en el último festival de Cannes la Palma de Oro compartida con Yol, del turco Yilmaz Güney. No sólo la proyección de esta película, ha convocado la mayor cantidad de público de todo el festival, sino que Costa-Gavras ha sido también quien más reportajes ha logrado ver publicados en la Prensa local. Una visita breve, pero bien aprovechada. Varias entrevistas particulares, una larga conferencia de Prensa y la comida íntima a la que invitó a algunos periodistas que ya conocía. En ella, Costa Gavras no quiso hablar de su próximo proyecto por una curiosa superstición que sorprendía en un autor de tanto vigor narrativo como político.Sin embargo, Costa Gavras se reveló como el griego entregado a viejas manías, y también como el cineasta que sabe que en estos momentos constituye un importante foco de atención: cualquier idea suya puede ser aprovechada por otros cineastas con menos escrúpulos y, probablemente, con menos talento.

Aceptó, en cambio, las pequeflas,críticas que Missing nos merecía a algunos de los asistentes. Por ejemplo, la posible ingenuidad de la secuencia en la que el muchacho víctima de la represión chilena tiene de informarse de la intervención de la CIA en el golpe que apoyó a Pínochet. Explicaba el director que no quiso reproducir en la película todos y cada uno de los elementos jurídicos que dieron pase al libro que con anterioridad se había publicado sobre este caso. Y, al mismo tiempo, insistió en que la gravedad de la historia tanto de ese libro como de la película, consiste en que nunca pudo saberse si realmente el desaparecido supo con seguridad de la intervención de la CIA. Fue ésta, al eliminarle, quien lo confirmó.

En perfecto castellano, Costa-Gavras acababa haciendo más preguntas sobre la actualidad, española y su repercusión en el cine que respuestas daba. Es habitual está postura en los directores extranjeros que reflejan en sus películas una clara defensa de la libertad. Hace años, Bertolucci también nos sometió a todos a un curioso interrogatorio, que se prolongaba por los bares y chiringuitos de la ciudad donostiarra donde pretendían calar parte de las respuestas que buscaban.

Mantener la libertad

No ha tenido demasiado tiempo Costa Gavras de culminar ese periplo, ya que desde que aterrizó fue asediado por periodistas y espectadores. Todos ellos le recibiero n con una estrepitosa ovación al presentarse en el escenario donde poco después se proyectaba la película. Una mitomanía que rompe la vieja costumbre de dirigirse sólo a las estrellas de Hollywood. También Costa-Gavras ha trabajado en los Estados Unidos y Missing es una prueba de ello. Esa relación no ha afectado a su propia libertad. "Todo consiste", dice, "en hacer un guión que interese a los productores. Rechacé la primera propuesta que me hicieron para hacer. está película y sólo la filmé cuando estuvieron de acuerdo con mi punto de vista. Con el proyecto que ahora preparo, haré lo mismo: si no lo quieren, no lo hago. Pero, de ninguna manera, traicionaré lo que me parece la verdad".