Ola de calor sin precedentes en el alto Ebro, meseta norte y áreas mediterránea
En la ciudad de Barcelona, la situación de calor está agravada por una densa capa de humo y partículas en suspensión, situada a unos quinientos metros de altura, procedente del incendio del macizo del Garraf, que se extiende de Sur a Norte sobre toda la ciudad con una extensión aproximada de cincuenta kilómetros, fenómeno que, a juicio de un meteorólogo del observatorio Fabra, podría contribuir al mantenimiento de las elevadas temperaturas, al impedir la refrigeración de la atmósfera en los niveles más bajos.