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Montserrat Caballé, al servicio del barroco

Giulio Cesare, de Haendel.Segundo Festival de Opera. Intérpretes: 'Montserrat Caballé, Justino Díaz, Patricia Payne, Raquel Pierotti, Enric Serra, Vladimir de Kanel y Norman Phillips. Director de orquesta: Ralf Weikert. Orquesta y coro del Gran Teatro del Liceo.

Gran Teatro del Liceo. Barcelona. 8 de junio.

Dentro del Segundo Festival de Opera que organiza Pro Música hemos tenido la ocasión de escuchar en el Gran Teatro del Lic Giulio Cesare, una de las partituras más bellas no sólo de la producción haendeliana sino de todo el repertorio operístico barroco.

Bien oportuna ha sido la representación de esta página que esperamos sea el punto de partida para una programación abierta a todos los estilos y épocas y que, además de recuperar las joyas del barroco, preste atención también a la producción más reciente, hasta ahora un tanto discriminada en la mayoría de los teatros de ópera de todo el mundo.

Expresividad

La versión de Gitilio Cesare representada en el Liceo fue espléndida en todos los sentidos. No sólo por la genial participación de Montserrat Caballé sino también por la efectiva y excelente labor del director de orquesta, el austríaco Ralf Weikert. La extraordinaria expresividad de Gitilio Cesare, con sus sugestivos recitativos y ariosos emergió coherente, comunicativa y con depurado estilo.¡Qué gran lección interpretativa nos brindó Montserrat Caballé en el papel de Cleopatra! Fue dominadora de una línea melódica llena de sutilezas expresivas que supo controlar con máxima calidad especialmente en los filati y en los pianissimi de la zona aguda. Estos fueron realmente con movedores por su pureza e intencionalidad. Sus inmensos recursos vocales le permiten además un sinfín de filigranas obtenidas siempre por la vía musical y no de efecto.

Los demás cantantes fueron también muy afortunados. Raquel Pierotti en el papel de Sesto demostró ser una excelente intérprete de esta música con una voz expresiva, muy ágil y buen dominio de la vocalización. Patricia Payne fue una Cornelia digna y de carácter, -formando con la Pierotti una bien y compenetrada pareja de madre e hijo que encontró bella expresión sobre todo en el largo dúo que cierra el primer acto.

Justino Díaz, en el papel de Giulio Cesare ofreció una notable actuación. Su voz recia y bien timbrada imprimió virilidad al personaje aunque le faltó en parte la movilidad requerida para un rol originariamente escrito para la voz ágil y aguda de un Castrato. VIadimir de Kanel (Tolomeo), Enric Serra (Curio), Erich Knodt (Nierno), alcanzaron un alto nivel, destacando el joven Norman Phillips en el papel de Achilla.

La orquesta, una típica orquesta barroca, prácticamente reducida a la cuerda y al clavichémbalo con intervenciones oportunas y precisas del viento, fue un muy importante elemento del éxito de la velada. El director Ralf Weikert la condujo con dinamismo y precisión, tanto en el acompañamiento de las arias como en los bellos interludios instrumentales, logrando un sonido de bello empaste y gran riqueza de matices. Excelente la labor de María Luisa Cortada al chavichémbalo.

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