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El ciclismo de farmacia

El problema del doping en el deporte hace tiempo que dejó de ser exclusivo del ciclismo. Las drogas para mejorar los rendimientos se han convertido en una de las mayores lacras y fraudes que existen. En la bicicleta de competición, tal vez la modalidad más dura, los controles han sido pioneros y exhaustivos. Sin embargo, las exigencias de un esfuerzo cada vez mayor no han permitido un freno auténtico a la escalada de ayudas. El ritmo exigido a un cuerpo humano para que mueva un vehículo de dos ruedas, durante quince o veinte días -en el caso más extremo de las grandes rondas por etapas dificilmente se puede mantener únicamente con una preparación física y psíquica adecuada. De las vitaminas normales a un producto prohibido sólo media un paso.En el ciclismo, más aún que en otros deportes, una buena salud es fundamental. Y precisamente en él, practicado siempre a la intemperie, a merced de la climatología más variada, resulta más fácil perderla. La gran disculpa de los ciclistas, por ello, ha sido siempre la ingestión de medicinas para los catarros o las bronquitis. Los límites entre lo curativo y el doping han sido complicados de evaluar. Pero la perfección en los análisis, incluso ya en España, no deja ahora lugar a dudas.

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El contraanálisis de Arroyo se efectuará hoy

La lista de productos prohibidos por la Federación Internacional debe ser conocida obligatoriamente por los corredores, y en especial por los profesionales, como un periodista debe saber sus prohibiciones y un médico las suyas.

La Vuelta a España recién terminada ha tenido un nivel ínfimo de calidad, aunque haya jugado una vez más con la ventaja de su nombre, ofreciendo lucha en vez de figuras.

Y la lucha no es nada para la pomposamente denominada tercera prueba más importante del calendario internacional, pues cualquier corredor modesto que se suba a una bicicleta -con todo el mérito que ello supone, pero con una mínima capacidad- puede ofrecer el espectáculo multicolor, a veces el úni

co del año, al paso de tantos y tantos pueblos. Ahora, para colmo, el posible fraude final lo rebaja todo aún más. El ciclismo español sigue siendo lamentable por muchas Vueltas que se le pongan a tiro trayendo pobrísimas representaciones extranjeras. Salvo en contados nombres gloriosos del pasado, siempre se le ha criticado que por sus escasas salidas a Europa, mientras por el continente se vuela, aquí se anda. Y ese es el verdadero problema. El ciclismo de farmacia, que ocasionalmente, por la dureza del de porte, han practicado casi todos los ciclistas, según reconocen ellos mismos, no puede sustituir a la hora la verdad lo insustituible.

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