Rellenos de Semana Santa
Muy poco interés tiene hoy El niño y el unicornio, película inglesa rodada en 1955 por Carol Reed, que tras El tercer hombre no volvió a realizar ninguna obra importante. El filme está bien hecho, actúa Diaria Dors en su mejor momento, la historia es original. Pero, cuando la realizó, Reed era ya un cineasta agotado. Carol Reed, que fue sobrevalorado en su momento de mayor éxito, fue en realidad un director más complicado que profundo, más aparatoso que complejo.
Tres herederas es una comedia convencional realizada en 1963 por Michael Gordon, director que, por todos los síntomas, no va a pasar a la historia del cine. Kirk Douglas, Mitzy Gaynor y, sobre todo, la gran actriz secundarla Thelma Ritter, son lo más atractivo del pastel, en el que también merece la pena el buen ritmo de enredo, que garantiza diversión superficial.
Faldas a bordo es; una más de la serie acuática de la Metro-Goldwyn-Mayer para Esther Williams, que inició Escuela de sirenas. Esta y algunas otras películas de la serie merecieron la pena a causa de los números coreografiados por Bugsby Berkeley. Pero no es este el caso. Nada más que decir: es un filme insignificante, dirigido en 1952 por Sidney Langfield, y que nada se perdería si permaneciera en los archivos.
Nada menos que todo un hombre es un admirable relato de Unamuno, que además dio pie a una no menos buena obra teatral, convertido por Rafael Gil en una película mediocre, rodada en 1971. Francisco Rabal y Analía Gadé se las ven con unos terribles embolados dramáticos, pero reducidos a puro melodrama, ya que les ha sido sustraída toda la enjundia unamuniana, que resuelven como pueden, pero en todo caso no demasiado bien.
El niño y el unicornio se emite el sábado a las 10.30. Tres herederas, a las 22.15. Faldas a bordo, el domingo a las 16.00. Todas por la primera cadena. Nada menos que todo un hombre se emitirá el domingo a las por la segunda cadena.
