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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Engaño de una colección de viajes

En los últimos días de noviembre apareció en las librerías el libro Viaje en busca del doctor Livingstone, al centro de Africa, (le sir Heriry M. Stanley, editado por Anjana Ediciones, con una imagen de libro de calidad y con la pretensión de convertirse en regalo de Navidad.El día 4 de diciembre, Rosa María Pereda publica en la última página de EL PAÍS un reportaje en que se dice textualmente en el titular: "El viaje de Stanley a la búsqueda de Livingstone inaugura una colección para bibliófilos", y en la entradilla se afirma que está realizada con los grabados de la primera edición anglosajona. Más adelante, Teresa Alba, editora de Anjana, dice: "Nuestros propósitos son mantener el cuidado de las ediciones, tratar de publicar los grabados que llevaron la primera vez que fueron impresos, Mantener la tirada numerada de 2.000 ejemplares y no reeditar ninguno de ellos". Este reportaje hace agotar la edición del libro en pocos días.

Pero al abrir el libro lo primero que sorprende es que no figura por ningún lado el título original del libro de Stanley y que sólo en la tercera página hay una nota de presentación que dice: "Esta edición reproduce, corregida, la traducción que en 1878 publicara la Editorial Montaner y Simón en el segundo volumen de El mundo en la mano... Se incluyen todos los grabados que en ella figuraban, aunque algunos no se encuentran en la edición original inglesa. Evidentemente, esta nota está en flagrante contradicción con las declaraciones de la editora y con lo que textualmente se afirma en la entradilla del artículo de EL PAÍS.

Y esto no es más que el principio de las sorpresas, pues una mirada atenta y detallada hace evidente que el libro se ha impreso con muy baja calidad y sobre dos papeles diferentes, y eso precisamente no es cuidar la edición.

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Pero el asombro aumenta cuando se compara esta edición con la original inglesa de 1872 y resulta que el libro que se publica es un resumen del original inglés y que en el resumen se quedó casi la mitad del texto, modificándose además sustancialmente el espíritu del mismo.

Pero, además, si finalmente se busca la edición de El mundo en la mano, de donde el editor reconoce haberlo reproducido, salta a la vista que ni siquiera está reproducido entero, pues faltan el apéndice de cartas y El último diario de Livingstone, en total, un número de páginas similar al publicado en esta edición./

consejero editorial de la revista Viajar.

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