Sobre la planificación familiar
En la sección de Cartas al director del día 24 de noviembre aparece un escrito de doña Vicen Ramón Alonso, en el que alude al programa Mano a mano sobre planificación familiar, en el que participé hace unas semanas. Desearía hacer las siguientes puntualizaciones a la señora Ramón:
1. Hay un aspecto de la crítica de la señora Ramón que acepto. Probablemente hubo en el programa de Televisión un insuficiente énfasis en el aspecto positivo de la paternidad.
Este punto me preocupó de tal manera que, en mi última intervención, insistí en la pérdida de sentido de la paternidad que se está operando. Valoré negativamente esta situación.
Estoy de acuerdo en que además de "paternidad responsable" puede hablarse de "paternidad ilusionada". Muchas de las afirmaciones de la señora Ramón las suscribiría plenamente.
2. Sin embargo, la señora Ramón no tiene razón cuando afirma que contrapuse al concepto de paternidad responsable el de "infécundidad responsable". Nunca utilicé este término. Hablé de "fecundidad irresponsable", a la que valoré negativamente. Esto puede parecer un juego de palabras, pero son dos conceptos muy distintos. He vuelto a escuchar la grabación y puedo asegurar que, refiriéndome a los obispos mexicanos, condené esa "fecundidad irresponsable", tal como lo hace ese episcopado.
3. En la carta de la señora Ramón hay una continua alabanza de la procreación, expresada a través de su propia experiencia personal. Sin embargo, su escrito deja la impresión de que casi el único valor de la vida matrimonial esté en traer una vida al mundo y poderse entregar a ella. Es un gran valor, pero no es el único. Existen también otros valores que deben tenerse en cuenta para poder hablar de auténtica paternidad responsable.
4. Respeto el "rnagisterio" de la señora Ramón, basado en el hecho de haber sido diez veces madre. Pero hay también otros "magisterios" o puntos de vista. La gran .mayoría de las parejas españolas no pueden legítimamente tener hoy tal número de hijos. Me parece que es muy importante que se pueda dar una palabra de aliento y solución a parejas cristianas que desean vivir su matrimonio con genuino sentido evangélico y con verdadera generosidad. /
