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Euskadiko Ezkerra sugiere al Gobierno vasco que dimita si se producen recortes autonómicos

Euskadiko Ezkerra (EE) pidió ayer al Gabinete de Carlos Garaikoetxea un compromiso de dimisión «en el caso de que no pueda evitar la degradación del autogobierno que se impone desde Madrid», en el curso de una sesión plenaria sobre política general, celebrada ayer por el Parlamento vasco en Vitoria, en la que el eje fundamental del debate fue el alcance de los pactos autonómicos. Garaikoetxea, por su parte, reiteró la voluntad del PNV de colaborar en los problemas de Estado, en respuesta a una acusación de Jesús Viana (UCD).

La exigencia de compromiso de dimisión formulada al Gobierno por el portavoz de Euskadiko Ezkerra, Javier Markiegi, cerraba una relación de «medidas progresivas de advertencia y contraofensiva» que dicha coalición sugería al Gobierno vasco como método de defensa ante el posible vaciado de contenido del Estatuto de Autonomía, a partir de los pactos firmados por UCD y PSOE. Entre las medidas propuestas se sugería la postura de no claudicación ante ofertas de «intercambio antiestatutario», se intuía un llamamiento institucional a la movilización multitudinaria del pueblo vasco y se hacía especial hincapié en la interposición de recursos de anticonstitucionalidad a las leyes propiciadas por los mencionados pactos. El presidente del Gobierno vasco recordó que «seguimos aferrados a la mesa de negociación», pero precisó que «no toleraremos una rebaja en el compromiso histórico que supuso el Estatuto; no habrá transacción alguna ni mercantilismo, y antes de aceptar un mercado vergonzoso, dimitiría».A pesar de que el Gobierno vasco se encuentra en plena fase de diálogo con la Administración central, a fin de hallar una solución al contencioso sobre los pactos autonómicos, el lendakari dedicó toda la primera parte de su discurso, que abrió la sesión plenaria, a señalar los peligros que conllevaría la aplicación de dichos acuerdos en la comunidad autónoma.

Involución autonómica

Empezó Garaikoetxea por afirmar que el año 1981 («si las cosas no se enderezan») deberá ser recordado «como el año del fantasma del golpismo y de la involución autonómica». Manifestó su convicción de que los orígenes del retroceso autonómico son anteriores al 23-F y que, en su opinión, tienen dos raíces principales: «La dudosa vocación autonómica de algunos gobernantes y miembros de la oposición estatal y el galimatías que el Gobierno y oposición española se han creado con su artificiosa proliferación de autonomías y sus principios de generalidad, homogeneidad, uniformidad, simultaneidad, etcétera.

Después de repasar los principales motivos de desacuerdo del Gobierno vasco con los pactos autonómicos, y los proyectos de ley que de ellos se deriven (véase EL PAIS de 10 de septiembre), Carlos Garaikoetxea señaló su insatisfacción ante la constante afirmación por parte del Gobierno central de que los acuerdos no vulneran el Estatuto de Autonomía.

En esta línea de desconfianza ante una posible solución satisfactoria al contencioso entre los dos Gobiernos, el lendakari corroboraba la firmeza de su Gabinete ante la defensa del contenido y el espíritu del Estatuto de Autonomía pactado en 1979. «No olvidamos que en momentos críticos de nuestra historia», señaló, «políticos tan ilustres como Cánovas han llegado a decrnos cosas tan tremendas como que la fuerza, cuando causa estado, se convierte en derecho. Y este Gobierno traicionaría a su pueblo si no denunciara con toda energía esta metamorfosis que se pretende producir en nuestro Estatuto».

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Viana ataca al PNV

El portavoz del Grupo Centrista, Jesús María Viana, al responder al lendakari acusó al Gobierno vasco de «continuar influenciado por el síndrome de la clandestinidad». En su opinión, los nacionalistas vascos siguen culpando a Madrid, «y si no hay culpas, se fabrican». El secretario de la UCD vasca rechazó también las alusiones formuladas por Garaikoetxea en torno a la «dudosa vocación autonómica de algunos gobernantes», y recordó que su partido había propiciado el cambio de un Estado centralista al de las autonomías. Igualmente rechazó que el galimatías de las autonomías se haya creado para acabar recortando el Estatuto vasco e insinuó que, por contra, el PNV -«con sus intransigencias y veladas amenazas»- puede ser el catalizador de tal situación. Terminó su intervención, Jesús María Viana, pidiendo al PNV el cese de las lamentaciones, a la vez que insistía en la necesidad de ilusionar al pueblo vasco. «Sean sinceros», dijo, «y reconozcan que hace dos años ni soñaban con el poder y los medios que se les han transferido». Para dar énfasis a su convicción de que los pactos autonómicos no vulnerarán el Estatuto, el dirigente centrista subrayó: «0 tenemos credibilidad en las palabras o no creemos en nada».

Txiki Benegas, portavoz del PSOE de Euskadi, trató de evitar en su intervención cualquier justificación o explicación de las razones que llevaron a su partido a firmar los pactos autonómicos con UCD, y, recordando el viejo lema de que «la mejor defensa es un ataque», acusó al Gobierno vasco de haber fracasado en los dos objetivos básicos que en su opinión tenía planteados aquél desde su creación: «Estabilización de la situación política de Euskadi y la adhesión y confianza del pueblo vasco a su proyecto político».

Luego enumeró lo que considera son las tres vías que tiene ante sí el País Vasco en su futuro autonómico: el proyecto independentista, el proyecto autonómico, «con un permanente enfrentamiento con el Gobierno central», y el proyecto autonómico «en el marco de un profundo entendimiento con el Estado y en solidaridad con la España democrática».

Culpó Benegas al PNV de privatización del Estatuto de Guernica («que fue un proyecto común de convivencia defendido por todos los partidos») y de haber negociado en solitario con la Administración central en los dos últimos años. «En este tiempo sólo ha habido pactos exclusivos y excluyentes de PNV y UCD, y uno y otro han sido incapaces de resolver los problemas y lograr un acuerdo global sobre la autonomía. Esto es así porque UCD es un desastre nacional y el PNV carece de sentido estatal. «A ustedes», dijo refiriéndose al PNV, «les importa muy poco España, y hacen muy pocas referencias a los problemas y a las dificultades por las que pasa; a ustedes sólo les preocupan los problemas del pueblo vasco».

En un tono ciertamente de enfado le respondió Carlos Garaikoetxea, que le recriminó que precisamente sea ahora el PSOE el que firma pactos autonómicos con UCD. «Con el partido del Gobierno hemos hecho pactos autonómicos, pero ustedes hacen ahora con ellos pactos antiautonómicos». Y luego le enumeró los «motivos de decepción» que el PNV ha tenido en los últimos años con respecto al PSOE y, concretamente, se refirió a sus cambios de postura inicial con respecto a temas como Navarra, Lemóniz o la propia autonomía vasca. «No es verdad que despreciemos a España», concluyó Garaikoetxea. «Yo he empezado y terminado mi discurso haciendo alusión a nuestra voluntad inequívoca de colaborar en las tareas del Estado».

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