Willy Brandt, encargado por la Internacional Socialista para buscar una salida negociada a la crisis
La sección latinoamericana de la Internacional Socialista, reunida durante el pasado fin de semana en Panamá, ha encomendado a Willy Brandt que realice gestiones cerca del presidente de Estados Unidos para la búsqueda de una solución pacífica al conflicto salvadoreño. Los socialistas del continente americano han ratificado su reconocimiento del Frente Democrático Revolucionario (FDR) como «legítimo representante del pueblo salvadoreño».
La reunión en Panamá de la Internacional Socialista, a la que asistieron representantes de doce partidos de América Latina y ocho delegaciones europeas invitadas, coincidió con la llegada a este país, procedente de Santiago de Chile, del general norteamericano Vernon Walters, al término de su gira por América Latina, como enviado especial del presidente Ronald Reagan, para explicar la política de su país en torno a El Salvador. El ex director adjunto de la CIA se reunió fuera de programa con dirigentes socialistas.
Casi al mismo tiempo, el secretario general de la Internacional Socialista, Bernt Carlsson, recibía a dos de los máximos comandantes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), Ferman Cienfuegos y Joaquín Villalobos. Al término de la entrevista, la dirección de la guerrilla salvadoreña emitió un comunicado en el que calificaba la reunión como «una victoria de pueblo salvadoreño sobre el imperialismo». Carlsson ratificó la posición antlinversionista de su organización.
Desestabilización contra los partidos socialistas
Uno de los informes que los socialistas latinoamericanos han tomado más en consideración para elaborar sus conclusiones finales fue el presentado por el historiador y periodista argentino Gregorio Selser, quien dio cuenta de una reunión secreta celebrada en mayo del pasado año en Washington por miembros de la Unión Mundial Demócrata Cristiana. En ella se acordó una estrategia para desestabilizar a los partidos socialistas del continente. La política seguida en El Salvador no sería sino un reflejo de esa estrategia.A la vista de este y otros informes presentados a la comisión, la Internacional Socialista se mostró preocupada «por recientes acontecimientos que tratan de convertir la lucha del pueblo salvadoreño por su liberación en una confrontación Este-Oeste, desconociendo que la naturaleza y razones del conflicto se encuentran en las injustas estructuras económico-sociales y la prolongada negación de la vida democrática a ese pueblo».
Tras insistir en el derecho a la autodeterminación de los salvadoreños, libres de cualquier injerencia extranjera, los socialistas de América Latina hacen un llamamiento a las dos partes en conflicto para que busquen una salida política, en cuya mediación están dispuestos a participar.
Al margen de la misión pacificadora de Willy Brandt, el dirigente venezolano Carlos Andrés Pérez salió también el domingo hacia Washington, donde piensa celebrar reuniones al más alto nivel. Frente a la ofensiva diplomática desarrollada por Estados Unidos en Europa y América Latina, con claros signos belicistas, la Internacional Socialista ha acordado poner en marcha una iniciativa de paz cuyos resultados dependen, en gran medida, de Estados Unidos, en un momento en que Reagan ha decidido ya no sólo enviar armas, sino también asesores, en una escalada que tiene demasiadas similitudes con el inicio de la intervención en Vietnam.
