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El golpe de Estado

Critican el retraso de la reacción episcopal

«Los obispos españoles, reunidos en asamblea plenaria, hacemos patente a vuestra Majestad nuestra profunda adhesión a vuestro mensaje de respeto a la Constitución, de normalidad democrática y de serena concordia entre todos los españoles». Así comenzaba el telegrama de los obispos españoles al Rey de España, en la mañana de ayer.Pocos minutos antes habían hecho público un comunicado en el que anunciaban «su firme propósito de, contribuir como pastores de la Iglesia a la serenidad y a la responsabilidad de todas las instituciones del país, dentro del respeto de la Constitución». La declaración de los obispos se había echado de menos en diversos círculos eclesiásticos, que esperaban que, ante la gravedad de la situación, los obispos en la tarde del lunes «hicieran un juicio moral» sobre el golpe de Estado en curso. Así, el Instituto Fe y Secularidad manifestaba a EL PAIS a primeras horas de ayer: «Lamentamos el silencio y la falta de valentía a la hora de defender unos derechos del pueblo, tan claramente violados, mucho más claros que otros derechos por los que los obispos tan diligentemente se han pronunciado».

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Alfonso Alvarez Bolado, presidente en Madrid de Justicia y Paz, tras solidarizarse con «la reacción cívica y la actitud sobria y firme del Rey», lamentaba que «sectores minoritarios del Ejército no estén a la altura de la dignidad que el país se merece con una actuación que nos humilla». Y añadía: «No se trata de revancha alguna, pero si hay que recorrer el camino que aún nos queda hasta la consolidación de la democracia, tiene que ser hecho por quienes creen en ella. El perdón y el olvido están muy bien. Pero el bien común no se puede dejar en manos de incompetentes e irresponsables».

Respuesta de la nunciatura

Requerida la nunciatura para que se pronunciara sobre la situación crítica del régimen constitucional, respondió el secretario del nuncio, Antonio Inocenti, que «no estimaba oportuno un comentario, toda vez que conocían los hechos sólo por las informaciones facilitadas por los medios de comunicación. La nunciatura presenta sus credenciales no al Gobierno, sino al Jefe del Estado», añadió cuando se le dijo que el hecho puro y simple era el secuestro por unos golpistas del Parlamento y del Gobierno.

Puestos en contacto con el obispo de Cuenca, Guerra Campos, respondió el vicario general de la diócesis, quien, tras negarse a facilitar su nombre, comentó: «Yo nada tengo que decir. No soy quién para hablar». Tampoco hubo manera de entrar en contacto directo con el obispo de España, Guerra Campos. «El obispo está en Madrid. Ha ido a las conferencias episcopales». Pero Guerra Campos, desde hace muchos años, no asiste a la Conferencia Episcopal. « Pues yo le digo a usted que el obispo sí que está en Madrid».

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Durante la conferencia de Prensa, en la que se comunicó la elección de Díaz Merchán como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Montero, portavoz de los obispos, explicó el interés con que han seguido todos la crisis política que cuajo en la mañana de ayer, en el telegrama al Rey y en el comunicado de afirmación constitucional.

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