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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Los banqueros españoles caminan hacia la "reserva"

«Tú te crees todo lo que te cuentan», le dice a Aguila Roja el jefe de la tribu india Arapaho. «Si nos enfrentamos al Gobierno de Washington los blancos acabarán con nosotros», le contesta el crédulo y pacifista Aguila Roja.Por lo que vamos viendo semana tras semana en Centennial, los indios llevan las de perder. A los blancos no les importa nada lo que vaya a suceder a los indios. Por lo que vemos en «la serie más cara jamás rodada», los blancos engañan a los indios y jamás cumplen la, palabra dada ni los tratados firmados.

Como un explorador de la vida -de la vida política y de la bancaria, entre otras vidas- estoy siguiendo en paralelo el relato -en nuestra televisión- de «la epopeya de la colonización y asentamiento del actual pueblo norteamericano», y la visión -en nuestra vida real- de cómo avanza el proceso de domesticación y desmantelamiento de la actual banca privada española.

Como buen lector de Prensa hojeo muchos periódicos y revistas. A pesar de estar ducho, por viejo, en saber hacerme cargo de lo que pasa, me ha sorprendido un tanto el despliegue propagandístico -«el más caro jamás visto» , alrededor deja ya célebre orden ministerial de mediados de enero sobre la contradictoria liberalización bancaria.

Ningún medio informativo, que yo sepa se ha visto excluido de la petición gubernamental para comentar una disposición normativa de tan bajo rango como es una simple orden ministerial. Ante tan curioso suceso uno se acuerda de aquel acertado eslogan publicitario: «Nunca tan poco ha vestido tanto».

Desde mediados de junio de 1977, y de manera más intensa desde mediados de septiembre de 1980, nuestros banqueros privados -«las tribus indias del lugar»están siendo corridos por algunos blancos -entre ellos «Skimmerhom, un fanático exterminador de indios».

Ni todos los blancos son malos ni todos los indios son iguales. «Como es lógico, una serie del tipo Centennial no podía tener un personaje central. Desfilarán, pues, por la pequeña pantalla todos los arquetipos americanos. en la conquista del Oeste, como tramperos, buscadores de oro, vagabundos, colonos, rancheros y un largo etcétera que llega hasta nuestros días».

Los banqueros españoles están ante la misma encrucijada que los indios americanos: o siguen el consejo pacifista y negociador de Aguila Roja o adoptan el talante cauto y luchador del jefe indio Pasquinel.

Por primera vez en muchos años, los banqueros están desconcertados.

Nadie. sabe todavía si nuestro candidato a la Presidencia, Calvo Sotelo, tendrá las mismas reacciones que el candidato francés Chirac. Este, en su primer encuentro con la Prensa, ha dicho muchas de las cosas que aquí solucionarían los problemas que le está creando a la profesión bancaria el furor redentor de algunos blancos: «No quise agregarle una crisis a la crisis», explicó Chirac. «Existe una incoherencia entre el discurso (de Giscard), que se pretende liberal, y la acción cotidiana». «Menos demagogia y más realidades prácticas».

El grano bjetivo de Chirac es «la lucha contra el paro y la libertad de acción para las empresas». Su actitud contrasta con la de aquí. Son demasiados los proyectos de ley, que los blancos quieren sacar adelante en contra de los indios. Cuanto más y mejor reglamentemos la Bolsa, las sociedades anónimas y la misma banca, peor andará todo.

En México ya han conseguido encerrar en la reserva a los banqueros privados. Aquí los blancos Letonas que quisieron copiar el camino mexicano han pasado ya a mejor vida. Pero, ahora, otros blancos, «con pasión inexplicable para un observador no introducido», están construyendo un camino más confortable -pero más seguro- para conducir a los grandes banqueros españoles a la gran reserva india.

«Temo a las personas que se crean problemas de conciencia», me decía un amigo a este propósito. Son temibles porque son «los ambiciosos ejecutores de una mal disimulada voluntad de poder». Esta última frase de José María Alfaro está sacada del reciente artículo «La hondura de la crisis», que empieza con una sencilla afirmación: «El ex presidente Carter era un moralista ».

La política de alianzas cómo alternativa a la guerra abierta

No he leído la larga novela de James Michener en la que está basada Centennial. Todavía no sé si Aguila Roja va a cambiar de' postura. Lo que sí sabemos es que las tribus indias no pudieron con el Gobierno. Afortunadamente han pasado un par de siglos.

Por si los banqueros españoles no han caído en la cuenta, les sugiero la solución italiana de la terza vía; en este caso, la de las multinacionales.

La inspiración, una vez más, me ha venido leyendo la Prensa. En EL PAÍS del pasado 8 de febrero, Fermín Goñi nos cuenta su conversación con el antiguo campeón ciclista Ignacio Orbaiceta sobre la nueva sociedad que va a constituir con los italianos. «La solución definitiva», asegura Orbaiceta, «es asociarse a una multinacional porque la fuerza de estas empresas no la tiene nadie en España».

Comprendo que a los actuales banqueros no les preocupe personalmente la marcha blanca hacia la reserva porque, a su edad, pueden abandonar la profesión antes de llegar al encierro. Pero se comprende también que hagan suyas las manifestaciones con que termina Orbaiceta su entrevista:

«La situación es difícil; se están cerrando fábricas todos los días. Hoy no tiene ningún aliciente ser industrial. Lo que sucede es que, personalmente, aquí hay 5.000 personas y muchas están conmigo desde el principio. Aquí tienen toda su vida y esperanza. Nuestra, obligación es hacer todo lo posible para que la empresa siga y para que esta gente siga viviendo cada día y, si es posible, mejor».

«En esta empresa hay personas que están conmigo desde el primer día y que lo han dado todo; nada más que por eso, yo tengo que hacer el esfuerzo necesario para que la empresa continúe ».

Parece evidente que los trabajadores de banca tampoco vivirán mejor en la reserva. El ejemplo portugués está muy cerca.

Luis Valls Taberner es escritor, banquero y doctor en Derecho.

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