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Recuperadas obras de arte por valorde doscientos milIones de pesetas

El comprador principal huye a Italia después de la detención de cinco implicados

Cuarenta y tres obras de arte robadas del Museo del Mono, de Cáceres, valoradas en unos doscientos millones de pesetas, han sido recuperadas por la policía, que ha detenido a cinco personas implicadas en el robo, mientras continúa la investigación para recuperar lo que falta, así como la detención de un sexto cómplice cuya pista se ha perdido en Italia.

El pasado 20 de mayo fue denunciado el robo en el conocido museo de la cacereña calle de la Cuesta de Aldana, número 5. El primer fruto de la investigación de los funcionarios de de policía de Cáceres se produjo con la detención de Luciano Moreno Cerro, de veinticuatro años de edad, natural de Torremocha (Cáceres); José Antonio Cortés Bohigas, de veinte años, natural de Vitoria, y Juan Bozano Navarro, de veintiún años, natural de Badajoz. Los tres se confesaron autores del robo, y Luciano Moreno declaró que habían recibido 150.000 pesetas de un tal Juan Reyes Flores, al que entregaron los cuadros robados para su traslado a Madrid.A partir de este momento, la investigación se centralizó en la Brigada Regional de Policía Judicial, de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, en colaboración con varios inspectores de Cáceres llegados a Madrid. Tras gran número de interrogatorios, se determinó que el hombre de Madrid no era Juan Reyes Flores, sino Juan Reyes Cortés, de veintisiete años de edad, gitano, na tural de Córdoba, corredor de antigüedades. Su detención se consiguió en Sevilla por los funcionarios de esta localidad, alertados en el caso.

Este último había vendido los cuadros y demás objetos a un tío suyo, Antonio Heredia Fernández, también natural de Córdoba, de 47 años de edad. Por la venta, Reyes percibió 450.000 pesetas, a las que se habrían de sumar más tarde otras 200.000 pesetas. El negocio se ultimó en un apartamento de Heredia, en la calle de. Alberto Alcocer, número 41, décima planta, puerta número 103, de Madrid. Aquí, al parecer, estuvieron presentes otro anticuario gitano, Juan Santiago Arroyo, de 45 años de edad, natural de Río Martín (Marruecos), y habitualmente residente en Salamanca, y su mujer, Rafaela Reyes Delgado, de 37 años, natural de Linares (Jaén).

La policía ha detenido también a Juan Santiago, pero Antonio Heredia consiguió escapar a Las Palmas, desde donde se trasladó a Londres y, desde allí, a Italia, donde se pierde su paradero. No obstante, en Córdoba, se en contró una estatuilla de marfil de un ángel de la guarda con un niño, obra también del museo cacereño robado, en casa de una hija de Antonio Heredia.

Paralelamente se supo que gran parte de lo robado había sido puesto por Heredia en poder de un transportista con el que trabajaba frecuentemente. Efectivamente, en un garaje próximo a la plaza de Legazpi, de Madrid, se hallaban los cuadros en su mayor parte, y el resto, en el domicilio del citado transportista.

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