Comer bien y gratis
Realizar un programa en RTVE es garantía de comer mucho, bien y sobre todo gratis. Los gastos de producción incluyen astronómicas cifras por este concepto. De un lado, las del equipo que trabaja en las horas habituales de comida; en estos casos se abonan cuatrocientas pesetas por persona y comida. De otro, las que pudieran denominarse de relaciones públicas. Aquí, las facturas se aceptan sin límites ni especificación. Veamos algunos ejemplos.El programa 300 millones gastó casi tres millones de pesetas en otras comidas, durante los primeros nueve meses de emisión. Casi 350.000 pesetas de esa cantidad corresponden a facturas del restaurante La Cañada, a nombre del señor Marroquí, director-gerente del programa, sin que se especifique por qué ni con quién se celebraron tales comidas.
La clave, por su parte, resulta gastar anualmente 1.775.292 pesetas en otras comidas, según una muestra de cinco meses realizada por los interventores de Hacienda. Parte de estas facturas corresponden a comidas celebradas en un restaurante de Madrid, de categoría lujo, a las que asisten la mayoría del personal de RTVE adscrito al programa y minoría de invitados, según indica el informe.
El informe de la intervención echa sobre todo en falta la ausencia de normas reguladoras de este tipo de atenciones de los responsables de los distintos programas, así como condena el que ninguna de las facturas de justificación presentadas especifique el motivo, las circunstancias y, sobre todo, la composición de la mesa en las denominadas otras comidas. Pese a ello, todas las facturas son abonadas con cargo a los gastos de producción.
