La huelga de celo de la EMT afecta sensiblemente a los usuarios

La huelga de la Empresa Municipal de Transportes ha sido pedida definitivamente desde el día 9 hasta el 19 de abril, después de que en un principio se informara que su duración iba a ser únicamente de cinco días a partir del próximo día 7.

Hasta entonces los trabajadores han adoptado diversas medidas, entre ellas la huelga de celo, cuyos efectos han comenzado a ser sentidos por los usuarios de este transporte.Según informó el alcalde, Luis María Huete, en la mañana de ayer salieron de las cocheras unos cincuenta autobuses menos de los habituales -59 exactamente según pudo saber EL PAIS- por lo que se podía calificar la jornada como de normal. Sin embargo, a lo largo del día, los viajeros de las distintas líneas pudieron comprobar cómo la anunciada huelga de celo repercutía en la salida de los autobuses de las cabeceras, en la lentitud del recorrido de los vehículos y en la agrupación de varios autobuses en un mismo punto mientras el resto de la línea quedaba sin servicio. A esta postura, seguida por bastantes conductores, se unió el encierro de los representantes de las secciones sindicales de CCOO, UGT y SU en las oficinas centrales de la compañía.

Los motivos de esta postura están basados en la falta de acuerdo entre trabajadores y empresa sobre el convenio colectivo que comenzó a negociarse el día 10 de febrero. En la última reunión que tuvieron ambas partes, en la madrugada del pasado miércoles, la postura de los representantes difería de la empresarial en los puntos referidos a horas extraordinarias, máquinas canceladoras; aumento de la masa salarial, días de descanso, garantías sindicales y amnistía política y laboral.

Según parece, las autoridades municipales y la dirección de la empresa se encuentran a la espera de que la Delegación de Trabajo decida sobre la huelga.