"Contaremos con las asociaciones que no estén manejadas por partidos"
El candidato a la alcaldía de Madrid por Unión de Centro Democrático (UCD), José Luis Alvarez, pronunció ayer una breve conferencia en un hotel madrileño. La brevedad de su intervención obedeció a que el señor Alvarez tuvo que desplazarse a la Moncloa para asistir a la sesión preparatoria de la investidura del presidente Suárez.El candidato centrista dijo, entre otras cosas, que el Ayuntamiento de Madrid ha mantenido hasta ahora una postura paternalista con respecto a sus ciudadanos y que para evitarlo, la UCD está dispuesta a contar con la opinión de los vecinos. «Yo no soy, en absoluto, partidario de la autogestión, y mucho menos del asambleismo -dijo José Luis Alvarez-, pero estoy dispuesto a contar para la gestión municipal, si salgo elegido como alcalde, con entidades intermedias como las asociaciones de vecinos, siempre que éstas no sean correas de transmisión de ningún partido político.» José Luis Alvarez señaló que el Ayuntamiento debe oír las sugerencias de los vecinos «e incluso contar con su opinión a la hora de tomar decisiones».
Sobre los principales problemas que tiene planteados, primordialmente Madrid, dijo que la gran mayoría de ellos se debía al crecimiento desproporcionado de los últimos años, crecimiento que, unido a la falta de previsión de las anteriores corporaciones, ha sido la causa de que casi todos los barrios madrileños carezcan hoy de los servicios mínimos. Dijo no estar de acuerdo con los volúmenes de construcción permitidos por la ley por considerarlos exagerados y aseguró que UCD promoverá para Madrid un crecimiento urbanístico racional y lo menor posible.
En cuanto al problema de la vivienda, anunció que en el plazo de cinco años quedará resuelto el problema de las 40.000 familias madrileñas que se ven obligadas a vivir en chabolas. Reconoció que Madrid era una de las peores ciudades de España en cuanto a circulación, tráfico y transporte. Como posible solución apuntó que se aplicaría de inmediato un programa ya elaborado para mejorar el Metro, aumentando su red en cuarenta kilómetros e invirtiendo 15.000 millones de pesetas para renovar las entradas y salidas. Dicho plan, aseguró que estará aplicado en 1981.
Finalmente, el señor Alvarez explicó que el primer paso que debía dar el nuevo Ayuntamiento democrático para hacer frente a los múltiples problemas de Madrid sería el de conseguir un presupuesto anual de 50.000 millones de pesetas, como mínimo, al tiempo que señaló que los actuales 30.000 millones resultaban ridículos e injustos comparados con los asignados en el Ayuntamiento de Barcelona, donde a cada habitante le corresponde el doble de presupuesto que los madrileños. La segunda tarea, dijo el señor Alvarez, será implantar incentivos de progreso para los funcionarios del Ayuntamiento y acabar de esta manera con la lentitud tradicional de la Administración.
