_
_
_
_
_
Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Los elegantes

Adolfo Suárez y Nicolás Sartorius han quedado igualados en elegancia, según reciente concurso que: se ha movido en el viejo y cansado spleen de esta ciudad, que por algo tiene sus años y pasa de todo, mucho antes que los pasotas, eligiendo a Suárez por elegante, cuando el personal le elige o no le elige por flecha, y eligiendo a Sartorius por esbelto, cuando el personal le elige o no le elige por rojo. Como debe ser.Tengo oído que anda por ahí fuera el ruido y la furia de unas elecciones generales, pero corno eso ya no tiene remedio ni veo manera de evitarlo, con todo el personal en las colas, como si dieran butano, me he refugiado en la gaceta y la gacetilla de unas elecciones a guapos, a guapas, a elegantes., a finos, a arreglados, que diría mi querido Miguel Delibes.

Porque de lo que se trata es de saber (en las elecciones y en el féstival de la moda) quién va mejor arreglado, quién va arreglado y quién no. Manuela Vargas, la mujer hermética del flamenco puro y la danza seca, ha salido elegante del año. Más de una vez la tengo entrevistada en mis tiempos de reportero audaz. Si la elegancia de España no está en Andalucía, ya me dirán ustedes dónde está. Claro que en Andalucía está también el subdesarrollo y el paro, más de eso se va a ocupar Felipe en cuanto Martín Villa, eterno niño de San Ildefonso de la lotería democrática nacional, nos cante al alba, con cadencia navideña, el número premiado y ese estribillo de que el gordo está muy repartido.

El marqués de Castro se ha llevado el primer premio de elegancia masculina. ¿Por qué el marques y no yo? Yo tuve hace años el gesto de renunciar a mis elegancias, porque me lo dijo Pitigrilli:

-Mon petit, la elegancia es una cuestión de esqueleto.

Y a mi esqueleto no voy a renunciar, claro. Ni siquiera pienso donarlo al museo ese de Ciencias Naturales, para que no sepan los escolares venideros de qué manera milagrosa creció un niño franquista de derechas, en gloriosa posguerra, a base de calcificarse comiendo las tizas que el señor maestro tenía que reponer todos los días, inexplicablemente, en la pizarra.

Del mismo modo, Camilo José Cela, que también ha crecido más de lo que habitualmente permite una guerra civil, dijo hace pocos años, en la presentación de su Oficio de tinieblas 5:

-Abdico de mi magisterio de novelista.

Bueno, pues ni a ti ni a mí nos han agradecido el gesto, Camilo, tronco. Ni a mí el dejarme la corbata en casa ni a ti el dejarte La Colmena en casa. A la hora de dar un premio de elegancia masculina, se lo dan, ya ves, a un marqués más, habiendo tantos. Mira, Camilo: en España, a pesar de tantas elecciones, sólo se puede ser marqués o rojo. Y tú no puedes quejarte, que llegaste a senador. Debe ser el bipartidismo ese de que hablan los memoriones de este periódico: marqués o rojo.

Una boite madrileña y la revista Hola conceden y concederán el premio anual de la elegancia. En el jurado, ayer estaban Analía Gadé, Francisco Delgado, Pedro del Hierro, Luis Gil, Javier Ruiz del Portal, José Luis, Miguel Marinero, Durán, Teresa Baviera, Cary Lapique, Mary Carmen Abreu, Marichari, Jaime Peñafiel y más gente. Carmen Abreu es la mujer más guapa de España, se pongan ustedes como se pongan. Lo ha sido siempre y ¡ni admiración por su belleza sólo se detiene, transformándose, en mi amistad por su marido, César Lucas. Pero me duele que: Carmen no me haya votado elegante del año. Ya sé que no lo soy, pero me gusta que las mujeres cometan injusticias y locuras por mí.

Sartorius y Tamames, dos comunistas, estaban en la lista de elegantes. Pina López-Gay, extremocomunista, entre Ana Castor y Mercedes Royo Villanova. La elegancia de izquierdas es hoy el último airón de un nuevo estilo que se llamó eurocomunismo, y que nuestros hermanos franceses han traicionado como siempre. En comunismo y alta costura quieren seguir siendo los primeros. A ver qué te inventas, Santiago, que ni siquiera estamos en lista de espera. Y eso que yo soy más alto que tú.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_