Burgermanía
En el artículo titulado Burgermanía: la alimentación por computadora, firmado por Julio César Iglesias y publicado en EL PAÍS el pasado 24 de octubre, se me atribuyen unas declaraciones que de ninguna manera pude haber hecho en la conversación telefónica que mantuve con el redactor y de la que salieron los datos que sobre Burger King aparecen en dicho artículo.Afirma el señor Iglesias que no puedo revelar la composición de nuestras hamburguesas, lo cual no es exacto y se debe seguramente a una interpretación errónea de mis palabras.
Nuestras hamburguesas están hechas de carne de vacuno. Tan simple como eso y al mismo tiempo tan complicado. Como es lógico, la carne tiene una determinada proporción de grasa del propio animal, no de cerdo, la cual se mantiene constante de acuerdo con nuestras propias normas de calidad.
Al pasar por el proceso de asado de la hamburguesa, la grasa se funde y contribuye a realzar el sabor tal y como ocurre con cualquier carne de vacuno que uno pueda asar en su casa diariamente. Lo que no podemos revelar, y a eso me referí en la conversación, es la proporción de grasa en relación a la carne ni las temperaturas a que se prepara, puesto que en ello está la clave del sabor de la hamburguesa.
Tal y como le ofrecí en su día, ponemos nuestros locales a disposición del señor Iglesias para que pueda comprobar personalmente que nuestras hamburguesas están hechas solamente de carne, sin ningún otro secreto.
Director de Operaciones de Burger King.
