_
_
_
_
_
Reportaje:La "línea del frente" africana y sus dilemas / 3

La discreta presencia de cubanos y chinos en Mozambique

«Una vez combatido el enemigo armado, hay que combatir al enemigo que no tiene armas.» Esta frase de Mao-Tse-tung, colocada de forma destacada en la entrada de una librería de Maputo, ilustra la determinación del régimen mozambiqueño por eliminar radicalemente todo aquello que se oponga al despegue económico, incrementando la vigilancia.La noción de sabotaje y el término de «reeducación política» adquieren en Mozambique un sentido aleccionador, que, en una sociedad. desarrollada tendría, seguramente, acentos de despotismo, del mismo modo que parecería retrógrada la insistencia en revalorizar, en términos culturales, un pasado histórico a través de una crítica sistemática de la civilización occidental y sus nefastos efectos sobre el hombre africano.

Esta voluntad por transformar la mentalidad y formas de vida. del mozambiqueño se traduce, por el momento, en una forzada presión política para destruir los gérmenes del individualismo, fomentándose la denuncia de saboteadores, provocadores y «en emigos del pueblo». Así, cuando los vecinos del barrio de Beluluane denuncian a tres espéculadores de bebidas alcohólicas, éstos son presentados a la población con enormes cartelones colgados sobre el pecho donde se exponen las acusaciones... para ser librados inmediatamente a un «sector de reeducación» que, segun nos aseguraron, no es una detención carcelaria.

A más de trescientos antiguos presos políticos de la PIDE portuguesa se les enrola en un curso político-militar para convertirlos en nuevos, militantes del Frelimo, desmintiéndose que estuvieran en detención o en campos de trabajo forzado. «El objetivo de este curso -afirma el presidente Samora Machel- es elevar el nivel ideológico de todos los que sufrieron prisión, permitiéndoles remontar la fase estrecha del nacionalismo.»

Chinos, coreanos ycubanos...

La promoción de tales campañas no tiene nada que ver con un universo concentracionario de «gulag», como tampoco se ajustan a la realidad los informes aparecidos en la prensa surafricana y británica a propósito de la presencia de miles de soldados cubanos, chinos y tanzanios en Mozambique, a la extencia de una base militar soviética en la isla de Baxaruto y a la imposibilidad de salir de Maputo sin verse detenido en las barricadas que el ejército tendría instaladas en la carretera.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Lo cierto es que ni en Maputo, Beira, Quelimane y otros puntos visitados existe la menor traza de tropas cubanas o chinas, e incluso es rarísimo ver a los propios soldados mozambiqueños en el centro de las ciudades. La mayor parte de las fuerzas armadas se encuentra concentrada en la zona fronteriza con Rodesia, que tiene una amplitud supcrior a los mil kilómetros.

El Destacamento Militar-Femenino, la única unidad militar observada en los ochenta kilómetros que van de Maputo a la granja estatal de Moamba, evoluciona y realiza maniobra tras maniobra sobre el terreno colindante, pero tampoco aquí hay indicio de instructores extranjeros, que, por otro lado, hubiera resultado en harto extremo curioso, ya que todos los elementos del referido destacamento son muchachas.

La zona portuaria de Maputo, a la cual se tiene libre acceso, es el centro de una intensa actividad en torno a decenas de navíos de bandera soviética, alemana y surafricana... pero tampoco aquí se estaban descargando tanques rusos o aviones Mig en piezas, durante la visita efectuada, y al recorrer detenidamente el puerto, de un extremo a otro, se percibe que no hay zonas reservadas.

En todo el país es visible, sin embargo, la presencia de técnicos cubanos, chinos y coreanos de norte. Los hoteles de Maputo están llenos de ellos, y su actividad concierne a varios proyectos en curso de realización. Los coreanos construyen una fábrica de lápices y otra de fósforos; los chinos están presentes en numerosos planes agrícolas y los cubanos han organizado el servicio de radio-taxis de Maputo y están tratando de poner en marcha la ¡mportante fábrica de azúcar de Marromeu, perteneciente a la firma británica Sugar Sena States, que jamás llegó a entrar en funcionamiento desde su construcción, hace más de dos años.

Si existen instructores militares cubanos o chinos en las bases del movimiento nacionalista de Zimbabwe, ZANU, es algo que no puede comprobarse, aunque no sería de extrañar que así fuera, como tampoco puede descartarse el que el Ejército mozambiqueño siga recibiendo una asistencia en personal especializado chino, so viético o coreano. El diario sur africano Rand Dady Mad afirmó días atrás tener conocimiento de la presencia de 5.000 soldados cubanos en Maputo, dirigidos por un general, a los que se le habría encargado la misión de atacar a Rodesia. De tales tropas no hay, en la capital de Mozamique, el menor asomo.

Dificultades de aprovisionamiento

Las mayores dificultades de Mozambique conciernen a la escasez de aprovisionamiento en productos agrícolas y manufacturados, consecuencia de varios males: estado deficiente del transporte, incapaz de dar salida a toda la producción agrícola; falta de personal especializado en las pocas fábricas heredadas de la época pasada, que disponen además de maquinaria vetusta; necesidad de seguir manteniendo las importaciones de productos esenciales y anárquicos hábitos de consumo, de origen tribal o religioso.

La fábrica de zapatos lfa, considerada como una de las mejores, recuerda las imágenes de los viejos cromos de la época victoríana, en Inglaterra. La producción diaria no supera los cuatrocientos pares de zapatos y botas; en julio se alcanzó la cota de los 8.000 pares, que con s tituye una producción estacionaria. Como resultado de ello, y debido a la importación de caucho y lona, que podría obtenerse localmente, un par de zapatos oscila entre las 2.000 y 2.500 pesetas. El salario de una obrera,de esa fábrica asciende, por su parte, a las 3.000 pesetas mensuales, al final de la escala, y a las 8.000 en su nivel más alto.

Cierto desbarajuste de precios, que se intenta controlar, hace que, por ejemplo, un pántalón cueste 1.600 pesetas y un traje 6.000, mientras es posible comer normalmente en un restaurante por sólo doscientas Pesetas.,

En la «Machamba» o granja estatal de Moamba, 596 trabajadores y trece técnicos chinos tienen la responsabilidad de un área de cultivo superior a las mil hectáreas, en las que se encuentran sembradas patata, mijo, cebolla, ajo, tomate y repollo. Se trata de la tercera unidad agrícola, en importancia, de la región de Maputo, y está previsto sobrepasar las metas adquiridas,

Intervenir ahora y nacionalizar luego

Contrariamente a lo que podría suponerse, en los tres años de independencia que están por cumplir, el Gobierno de Mozambique no ha llevado a cabo la nacionalización inmediata de todas las unidades de producción y sectores económicos y financieros. Las primeras nacionalizaciones concernientes solamente a los sectores de la educación, salud, justicia y vivienda; la liquidación de la propiedad privada rural sólo se refirió a las grandes haciendas, mientras la pequeña propiedad era incitada a agruparse en cooperativas.

En general, el método seguido ha consistido en intervenir, a través de comisiones de administración, en todas aquellas unidades de producción paralizadas o abandonadas, o en las que se comprobaba que la gerencia promovía voluntariamente un descenso de la productividad, como en el caso referido de la firma británica azucarera Sugar Sena States.

En este caso, en el que la gerencia mantenía paralizada una planta'ultramoderna, dotada de una capacidad de molienda suficiente para la obtención de un millón de toneladas anuales de azúcar, a lo que hay que añadir la existencia de numerosos campos de cafla en estado de semi-putrefacción, por no haber sido cortada en dos años. Las autoridades han nombrado una comisión administrativa, sin que la fábrica haya sido nacionalizada.

La constitución de células del Frelimo en las fábricas forma parte de la campaña de estructuración del nuevo partido. Se pretende con ello reducir el atraso de una gran, parte de los trabajadores en lo que concierne a la «visión política» de las responsabilidades individuales e impedir todas las formas del «liberalismo» que, según los dirigentes del parlído, «ha dejado de tener cabida en el nuevo Mozambique ... ».

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_