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"Nuestra sociedad industrial destruye la Naturaleza y al hombre"

Juan Jesús Aznárez

Edward Goldsmith, director del semanario británico The Ecologist y vicepresidente de la Asociación de Ecologistas de Europa, ha visitado Pamplona, donde pronunció una conferencia sobre la supervivencia de la sociedad industrial.Goldsmith autor del Manifiesto para la supervivencia, traducido al español en 1972 y con medio millón de ejemplares editados, se refirió en el Colegio Mayor Aralar a que «nuestra sociedad industrial no es normal y no puede durar porque no existen los recursos naturales necesarios: no hay metales, ni energía barata para que subsista de esta forma muchos años. Además nuestra sociedad industrial es muy destructora: no sólo destruye el ambiente natural, sino también la misma sociedad humana y estamos llegando a un punto en que ya es imposible continuar».

Edward Goldsmith que fue asesor del Gobierno canadiense en su Ministerio para el Desarrollo advirtió que se estaba llegando a un punto en que se podría predecir que antes del fin de siglo un cuarto de la población mundial va a morir de hambre. «En la India -dijo-, por ejemplo, que tiene seiscientos millones de habitantes, tienen que trabajar dieciocho horas por un plato de arroz. Dentro de poco, para obtener ese plato de arroz van a necesitar trabajar 36 horas y eso es imposible.

El director de The Ecologist y miembro del comité ejecutivo del Ecology Party de Inglaterra, aseguró que cuando se acabe el petróleo árabe, que tardó en formarse 300.000 años y se ha consumido en un siglo, terminará la sociedad industrial en su actual estado: «No hay nada más barato que el petróleo. Habrá fuentes energéticas para mantener una vida normal, pero no para una sociedad industrial.» Autor de Deindustrializing Society y The stable society, Goldsmith considera que los países subdesarrollados están en un error al vender su reserva ecológica por un fondo económico. Arrasan los bosques para vender madera y poder construir autopistas, convirtiendo los países en desiertos empobrecidos. La solución de estas naciones no está en su desarrollo -es mucho más barato alimentar a sesenta millones de indios que a sesenta millones de norteamericanos-; lo que deben hacer es frenar todo comercio internacional y desarrollo industrial para volver a una sociedad primitiva de autoabastecimiento. «Después de señalar que la fuente de energía más al alcance en menor tiempo y con menos gastos de capital era precisamente el ahorro de energía, manifestó Edward Goldsmith que la energía nuclear, en las mejores condiciones a fin de siglo, no representará más que la posibilidad de atender al 10 % de las necesidades mundiales de energía.»

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