El Concorde, en Barajas.
Ayer aterrizó por vez primera en aeropuerto de Barajas el avión supersónico Concorde, con motivo de viaje organizado por la cadena comercial El Corte Inglés. La presencia modelo franco-británico, capaz de volar a una velocidad de crucero 2.150 a 2.300 kilómetros a la hora (Mach 2.05) y a una altitud de 16.00 .19.000 metros, supuso un acontecimiento en el aeródromo madrileño. Su vida comercial, sin embargo, depende en gran parte de que las autoridades neoyorquinas permitan que haga escalas en el aeropuerto Kenn, permiso que hasta la fecha se le ha negado sistemáticamente a la industria europea constructora de la aeronave con el pretexto del excesivo ruido que produce al maniobrar en las pistas. Para el avión civil más sofisticado del mundo, al que mueven cuatro reactores con una autónomía de 6.500 kilómetros, aterrizar y despegar en ese aeropuerto es vital.
