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Puntualizaciones al proyecto aprobado

La Comisión Preparatoria de la Asociación Nacional para la defensa del Patrimonio estima en un comunicado enviado a los medios de difusión que la aprobación del plan parcial de Malasaña por parte del Ayuntamiento, ha originado desde las instancias asociativas ciudadanas una serie de reacciones entre las que se destacan algunas directamente referidas al patrimonio monumental.Las peticiones se centran en tres puntos: denegación de las licencias de derribo en tanto no se concluya el plan de defensa del Patrimonio Artístico, salvación del edificio de la antigua universidad y definitiva calificación de los jardines del Palacio de Liria como zona verde para uso público, que antes ostentaba. La Comisión Preparatoria se suma a las peticiones de los vecinos, «que constituyen un correctivo mínimo indispensable al desdichado plan parcial». Las razones que sustentan esta postura se expresan en tres puntos:

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Límites geográficos

-La denegación de las licencias de derribo en tanto la comisión designada por orden ministerial de 30 de diciembre de 1976 no lleve a cabo el referido plan de defensa, viene respaldada por dos consideraciones, una de carácter jurídico material y otra estrictamente histórico-artística. Respecto a la primera, es verdad que la simple creación de la comisión aludida, no supone que los proyectos de obras en la zona presumiblemente a declarar conjunto histórico-artístico, requieran ya el control de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural, que es lo que ocurriría si en vez de formarse esa comisión, se hubiera incoado expediente de declaración monumental.

-Cuando se están salvando edificios de entidad mucho menor, no parece que pueda prosperar la idea de demoler la antigua universidad. Tampoco tiene sentido prometer que se mantendrán las partes de interés artístico, lo que significa que se dejaría sólo en pie el pabellón del Paraninfo, pues el viejo edificio universitario, comenzado en 1842 por Mariátegui y continuado por Pascual y Colomer, pieza decisiva de la arquitectura isabelina en su primera vertiente clasicista aun, es un todo unitario e indivisible, como se aprecia a simple vista e incluso por el observador más lego en esta materia.

-Si la excusa para el derribo estriba en la necesidad de zonas verdes, es más razonable, como manifiestan los vecinos, aprovechar los patios interiores del Cuartel del Conde Duque y volver a los jardines del Palacio de Liria a su antigua calificación antes mencionada, tema éste que se resolvería mediante la necesaria negociación con la propiedad que, según ha trascendido, se mostró en su momento dispuesta al estudio de la fórmula más adecuada de los diversos intereses en juego.

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