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El Rayo quiso enmendar al final los fallos iniciales

El Rayo Vallecano no supo ganar en Granada. El ambiente enfervorizado de Los Cármenes influyó en su jugada, tímido y sin excesiva ambición para sujetar mejor a los peones ofensivos rojiblancos. Esto favoreció el juego del Granada que tras el descanso se limitó más a defender su ventaja que a aumentarla.La salida de Quiles, a los veinte minutos del partido, fue providencial para el Granada. Sustituyó al lesionado Parits y su olfato de gol resolvió la difícil papeleta que tenía el equipo andaluz. La delicada situación de éste le llevó a un ataque constante y furioso, sin término feliz porque los balones que llegaron al área rayista fueron llevados con excesivo atropellamiento y nervios.

La táctica defensiva de los madrileños dio buen resultado en los primeros momentos. La buena contención que realizaban ponía más nerviosos aún a los jugadores locales, que: se serenaron con el primer gol, facilitado por la mala cesión de Rial a su portero. El segundo tanto al filo del descanso, sentenció el encuentro ya que el Granada se limitó en los segundos cuarenta y cinco minutos a jugar sin arriesgarse.

La mayor ambición del Rayo en esta segunda parte le permitió llegar numerosas veces al marco de Izcoa que bien protegido por Grande, Salvó con seguridad los disparos que le llegaron. Alvarito con soltura y habilidad, fue el jugador que más peligro llevó.

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