_
_
_
_
_

Senado corporativo y Congreso de Diputados orgánico

Una Cámara Alta de configuración corporativa y -con 80 de sus 280 miembros designados digitalmente- y una Cámara baja que pasa por el cauce orgánica familiar, serán las sucesoras de las actuales Cortes, cuyo nombre se conserva para el conjunto de ambas, presidido por el del Senado, que a su vez lo será también del Consejo del Reino. Tal es el contenido principal del proyecto de ley remitido al Consejo Nacional, para su conocimiento e informe, según una información de Europa Press, complementada con fuentes propias de EL PAIS.La Cámara baja, que se denomirará Congreso de Diputados, contará con 300 miembros en representación de la familia. Cien procederán de las 50 provincias españolas, y los 200 restantes se elegirán a razon de un diputado por cada 175.000 habitantes de derecho. Todos ellos serán elegidos por sufragio universal. El Congreso elegirá su presidente.

Más información
Parlamento a la española

La Cámara alta se denominará Senado, y su presidente -designado por el Rey a propuesta en terna del Consejo del Reino- lo será también de las Cortes. El Senado contará con 280 miembros. Cuarenta de ellos son los actuales consejeros nacionales de Ayete, y otros 40 serán designados por el Rey para cada legislatura. Cincuenta serán de procedencia sindical -a falta de reforma sindical, está por dilucidar a quién representarán exactamente estos 50 senadores- y otros 50 representarán a las entidades culturales, colegios profesionales y otras corporaciones similares. El mayor número de senadores representarán, por fin, a las provincias, a razon de dos por cada una de las 50, a propuesta de las Diputaciones y Ayuntamientos de cada provincia, respectivamente y elegidos por sufragio universal.

Las funciones del Senado, además del carácter. de Camara colegisladora con que se configura, son las atribuidas al Consejo Nacional -que desaparece y es heredado por el Senado- en orden a la unidad, desarrollo y ejercicio de los derechos y libertades, defensa de la integridad- y observancia de las Leyes Fundamentales y cuidado de la transformación y desarrollo de las estructuras económicas, sociales y culturales.

En relación con estos fines existirá, en el seno de la propia Cámara Alta, un comité especial encargado de velar por su cumplimiento, en el que tendrán destacada presencia los dos representantes del grupo de los 40 senadores permanentes -sucesores de los consejeros de Ayete-, frente a uno sólo por los 40 de designación real, y uno más por cada uno de, los otros tres grupos de senadores, a pesar de ser mucho más numerosos y representativos. En total, seis senadores, presididos por el titular del Senado, que acumula así cuatro presidencias (Cortes, Senado, Consejo del Reino y Comité especial). Este comité promoverá el recurso de contrafuero e informará las modificaciones de Leyes Fundamentales.

La configuración del Consejo del Reino muestra también la preponderancia del Senado, cuyo presidente es su titular. De los quince consejeros que lo integran, cinco proceden de la Cámara alta, a razón de un miembro por cada uno de los cinco grupos, lo que supone una prima para los más reducidos, que coincide precisamente con los de designación directa -de Franco o del Rey-. Los cinco consejeros que representan en el Consejo del Reino al Congreso de Diputados, serán elegidos por estos de acuerdo con un voto proporcional al número de electores que les llevaron al Congreso.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Completan la constitución del Consejo del Reino los cinco consejeros natos: el capitán general o el teniente general en activo más antiguo; el jefe del Alto Estado Mayor o, en su defecto, el más antiguo de los tres generales jefes de Estado Mayor de Tierra, Mar y Aire, por este orden; el presidente del Tribunal Supremo; el presidente del Consejo de Estado, y el presidente del Instituto de España.

La importancia de las funciones políticas atribuidas al Senado y su Comité especial, así como al Consejo del Reino, muestran, a juicio de los especialistas consultados por EL PAIS, una gran desconfianza hacia la Cámara baja, que aun a través del cauce orgánico familiar es la única que realmente estará en vías de ostentar una representación

En medios políticos reformistas se confía en que la futura regulación entre las dos Cámaras, que se hará por ley ordinaria, acaso logre disminuir el predominio del Senado sobre la Cámara elegida por sufragio universal.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_