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Amañar el Huesca-Nàstic costó 200.000 euros

La investigación policial refuerza las “apabullantes” pruebas que la UEFA apuntó en el informe que desembocó en la denuncia de la Federación ante la Fiscalía

Celebración del ascenso a Primera del Huesca por las calles de la capital oscense.
Celebración del ascenso a Primera del Huesca por las calles de la capital oscense. JAVIER BLASCO (EFE)

El amaño de un partido de fútbol no tiene un precio fijo. “Depende de la importancia del partido y del número de futbolistas que haya que pagar para cometer el fraude”, señalan fuentes policiales. En el caso del Huesca-Nàstic de la pasada temporada en Segunda, el precio fue supuestamente 200.000 euros. Así lo apunta la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional en los informes que desembocaron el pasado martes en la Operación Oikos, con la detención de una decena de personas por su supuesta implicación en la trama presuntamente encabezada por Raúl Bravo, exjugador internacional del Madrid. Ayer se presentó en una comisaría de Madrid y fue detenido un undécimo implicado, un jugador español que milita en un equipo indio. Quedó en libertad con cargos.

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En el Huesca-Nàstic, “hubo un primer pago, de aproximadamente la mitad de esa cantidad, antes del encuentro. El resto se pagó después, una vez que el partido había terminado como quería la trama para lograr altos beneficios en las apuestas”, añaden estas fuentes. En concreto, con el 0-0 al descanso y la victoria visitante al final por 0-1. “Las apuestas se hicieron a través de los mercados asiáticos de juegos de azar, mucho más laxos en los controles y que dan grandes dosis de anonimato a estas mafias”, añaden. La investigación policial se centra ahora en analizar, precisamente, los flujos de dinero y destapar las casas de apuestas de las que la trama presuntamente se valía.

Las pesquisas policiales coinciden con el contundente informe de la UEFA sobre el Huesca-Nàstic (0-1) del 27 de mayo de 2018. El documento confidencial, enviado el martes 29 de mayo a LaLiga y la Federación, y posteriormente a ambos clubes, y al que ha tenido acceso EL PAÍS, abre sus 25 páginas con una contundente conclusión: “Hay pruebas claras y apabullantes de que el curso o el resultado de este partido fue influido excesivamente con intención de obtener beneficios corruptos de las apuestas. Las pruebas de las apuestas indican básicamente que los apostantes tenían conocimiento previo de que la SD Huesca iba a perder el partido”, dice en su portada.

A partir de ahí el documento elaborado por la empresa Sport Radar para la UEFA detalla los indicios encontrados, que divide en tres grupos: apuestas prepartido “altamente” sospechosas de que el Huesca perdería, apuestas “extremadamente” sospechosas durante el partido en el mismo sentido y otros factores, donde encuadran lances de juego como la expulsión del local Akapo.

Según el informe, las alarmas saltaron ya días antes del encuentro. Especialmente a partir del 24 de mayo, cuando se registraron apuestas “muy sospechosas” a favor del Nàstic en las principales casas asiáticas en la modalidad hándicap asiático. Antes de los movimientos sospechosos, el Huesca, líder de la tabla y ya ascendido a Primera, aparecía como favorito para los apostantes. Sin embargo, en los siguientes tres días el mercado varió radicalmente su pronóstico, y la victoria del club catalán, que luchaba por eludir el descenso, pasó a considerarse mucho más probable: el hándicap asiático varió de uno negativo de -0,25 a uno positivo de +0,75.

Una atención exagerada

Esta fe previa también se registró en modalidad de juego, el 1x2, donde se apuesta a quién gana (1), empata (x) o pierde (2). En Betfair, el sitio vigilado por Sport Radar, resultaba evidente que parecía mucho más probable el triunfo del Nàstic (2) que las otras opciones. Además, en este mercado prepartido se registró una bolsa de 621.498 euros, unas 14 veces más de lo habitual en Segunda, donde se ven 42.054 euros de media. Según el documento, eso demuestra que “los apostantes prestaron a este partido una atención exagerada”. También razonan que las circunstancias deportivas que rodearon el choque no justifican el entusiasmo favorable al Nàstic: ni que el Huesca no entrenara hasta dos días antes del duelo por celebrar el ascenso, ni los pocos cambios en las alineaciones habituales.

Las sospechas de los investigadores se mantienen en los primeros minutos del partido: “A pesar de que el Nàstic no dominaba en el campo, los apostantes continuaron decantándose de manera apabullante por su victoria”. El informe desconfía de la limpieza del juicio de los jugadores, que en el minuto 49, con 0-0, atribuían al Nàstic un 74% de opciones de victoria cuando una “probabilidad justa” les daba solo un 46%. “La confianza de los apostantes en este resultado era todavía más inusual teniendo en cuenta que las estadísticas del partido indican que el encuentro estaba bastante equilibrado, lo que demostraría que los apostantes no estaban basando sus opiniones en lo que sucedía en el campo”.

El documento recoge que la bolsa acumulada con las apuestas durante el partido en el mercado 1x2 de Betfair ascendió a 1.198.407 euros, unas diez veces más que la media registrada para los partidos de Segunda, que fue de 120.121 euros.

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