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Piqué revoluciona la Copa Davis

La Federación Internacional de Tenis (ITF) alcanza un acuerdo histórico con el grupo inversor Kosmos, presidido por el futbolista del Barça, para transformar el formato de la competición a partir de 2019

Alejandro Ciriza
Gerard Pique, en el partido de Champions contra el Chelsea.
Gerard Pique, en el partido de Champions contra el Chelsea.DAVID KLEIN (REUTERS)

A falta de una luz verde que teóricamente llegará en agosto, el mundo del tenis diseña un nuevo escenario que romperá radicalmente con el formato actual de la Copa Davis, la competición internacional por equipos que se celebra desde hace más de un siglo y que a partir de 2019 sufrirá una transformación total. Así lo anticipó este lunes la Federación Internacional de Tenis (ITF), que confirmó un acuerdo por 25 años y 2.450 millones de euros con la compañía Kosmos para reestructurar el torneo con el objetivo de convertirlo en un evento más atractivo, al estilo de un Mundial de fútbol.

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La idea de la ITF y todas las partes que han intervenido en la formalización del acuerdo es muy clara. Básicamente, pretenden simplificar la competición y acotarla a una sola semana, durante el mes de noviembre; además quieren concentrarla en una única sede, con 18 equipos en liza en lugar de los 16 de la actualidad, y otorgar unos premios sustanciosos para que las figuras se reenganchen y el torneo, disputado desde 1900, recupere su prestigio, ya que en los últimos años ha perdido mucho caché y hasta cierto punto se ha convertido en un estorbo en mitad del saturado calendario de la ATP.

Se trata de un anuncio histórico, puesto que de confirmarse –quedan por rematarse algunas negociaciones y la rúbrica definitiva– se pondría punto final a un formato que progresivamente se ha ido quedando obsoleto y daría paso a otro absolutamente novedoso en el tenis. Un nuevo escenario en el que sobresale con mayúsculas un nombre: Gerard Piqué. Pero, ¿por qué Piqué, el futbolista Piqué? El central del Barcelona y la selección española (31 años) no solo preside Kosmos, motriz de la revolución, sino que además fue su fundador.

Resulta que desde hace tiempo, a Piqué le tientan los negocios y en el tenis encuentra un filón por explotar. Se ha dejado ver en las gradas de algunos eventos como la Copa de Maestros de Londres y el año pasado se le vio un par de días en el palco de personalidades del Mutua Madrid Open, antes de que trascendiese la noticia: el jugador del Barça quería organizar un Mundial de la raqueta, aunque las condiciones que planteaban la ITF y la ATP, entendía, no eran las adecuadas. Hasta ahora. Entonces había mucha distancia, pero ahora todas las partes lo ven con buenos ojos.

Hiroshi Mikitani, la clave en la sombra

El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, y el de la empresa Rakuten, Hiroshi Mikitani, presentan el acuerdo de patrocinio en noviembre de 2016.
El presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, y el de la empresa Rakuten, Hiroshi Mikitani, presentan el acuerdo de patrocinio en noviembre de 2016.EFE

También lo aprueba Hiroshi Mikitani, presidente y director general de Rakuten, la compañía japonesa de comercio electrónico que tiene más de 50 millones de usuarios registrados y desde el año pasado patrocina al FC Barcelona a raíz de la buena relación entre el magnate (52 años) y Piqué. Su respaldo financiero y su figura son capitales para que cristalice el Mundial de tenis. Mikitani, designado CEO del año por la revista Forbes en 2016, intentó hace no mucho invertir en la Fórmula 1 (su objetivo era McLaren) y finalmente penetró en el fútbol por medio del zaguero azulgrana.

“Este es un punto de inflexión para nuestro deporte”, celebró a través de un comunicado el presidente de la ITF, David Haggerty. “Nuestro Consejo ha apoyado un plan firme y ambicioso para el futuro de la Copa Davis, uno de los eventos más valorados e importantes de nuestro deporte”, prolongó el dirigente. “Juntos podemos elevar esta competición a nuevos niveles al crear una Copa Mundial que contará con las mejores naciones y los mejores jugadores”, agregó el emprendedor Piqué.

La propuesta, por 25 años y con 2.450 millones de euros de por medio, debe ratificarse en agosto

El futbolista detectó hace tiempo un vacío en el formato actual de la Davis y en su mente se fue edificando un Mundial que supondría el broche a cada temporada. En el campeonato competirían 18 equipos –los 16 del Grupo Mundial más otros dos, en calidad de invitados–, divididos en grupos (round robin, como en el Masters), y tras la criba eliminatorias a partir de cuartos de final. Cada cruce consistiría en dos encuentros individuales y uno de dobles, al mejor de tres sets. Poco que ver, pues, con la dinámica actual, en la que 16 selecciones se miden directamente en eliminatorias, repartidas de febrero a noviembre. Un modelo que ha generado desafección entre los profesionales y los aficionados, deseosos todos ellos de mayores alicientes (económicos y competitivos, en el caso de los primeros) y una vuelta de tuerca que puede producirse el próximo verano.

A falta de que se perfilen algunos aspectos de la propuesta, no se firmará el acuerdo definitivo hasta agosto, cuando tendrá lugar la Reunión General Anual de la ITF en Orlando (Florida). Allí se llevará a cabo una votación que requerirá una mayoría de dos tercios para la aprobación final. De hacerse realidad, el inquieto Piqué consumaría un golpe de efecto en toda regla, pero esta vez sin un balón de fútbol de por medio.

NADAL: “CREO QUE PUEDE FUNCIONAR”

A lo largo del último mes, a Rafael Nadal se le ha podido ver en un acto benéfico junto al actor Leonardo Di Caprio, en la inauguración de un centro médico especializado en Madrid o empuñando palos de golf, pero su reingreso en la competición se ha dilatado hasta hoy. Esta semana, el número dos del mundo participará en el torneo de Acapulco (de categoría 500), después de 34 días sin pisar oficialmente una pista. La última vez que lo hizo fue el 26 de enero, cuando sufrió una lesión muscular durante el pulso de cuartos de final del Open de Australia frente al croata Marin Cilic.

Entonces, Nadal (31 años) se dañó el psoas ilíaco en una aceleración, pero ya ha superado el percance físico y ahora acude a México con el objetivo de volver a acumular partidos para llegar en las mejores condiciones posibles a Indian Wells y Miami, los dos primeros Masters 1000 de la temporada.

Nadal vuelve, pero lo cierto es que lo hace escaso de ritmo y con trabajo por hacer, puesto que la lesión de Melbourne interrumpió la preparación del primer tramo del curso y tan solo ha podido entrenarse con verdadera intensidad durante los 10 últimos días. No obstante, el mallorquín asegura sentirse bien, preparado para el reto y con ganas de repetir el buen papel de la última edición, cuando progresó hasta la final.

Eso sí, en Acapulco (pista dura) no tiene opciones de recuperar el número uno que le arrebató Roger Federer hace dos semanas, en Rotterdam. Algo que, dicho sea de paso, no le importa demasiado. "No lo estoy buscando", manifestó hace un par de días. "A estas alturas de mi carrera lo que busco es ser feliz y por eso juego las semanas que me hacen feliz y estar contento. Ser el número uno o el cinco dependerá de cuánto juegue y del nivel que ofrezca. Si lo soy, perfecto, y si no también", incidió el de Manacor, en estos momentos a 345 puntos del suizo en el ranking de la ATP. Federer renunció a jugar esta semana en Dubái, pero Nadal defiende 300 puntos en el evento mexicano.

Por otra parte, el español se refirió ayer al principio de acuerdo para que que nazca el nuevo Mundial de tenis. “Es una buena iniciativa y ojalá sea un éxito. Cuando algo no funciona a la perfección hay que buscar nuevas soluciones y hace años que esto es así... Creo que este nuevo proyecto puede funcionar”, valoró Nadal, que hoy (hacia las 3.00) debutará contra Feliciano López.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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