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Carla Suárez, un trimestre en la oscuridad

Una dolencia en el hombro le impide sacar a la canaria, que solo ha podido jugar dos partidos esta temporada y lucha por no descolgarse. La próxima semana reaparecerá en las pistas de Kuala Lumpur

Alejandro Ciriza
Carla Suárez ejecuta un saque durante un entrenamiento en Gran Canaria.
Carla Suárez ejecuta un saque durante un entrenamiento en Gran Canaria.@CarlaSuarezNava

Un hilo de voz dulce emana del auricular del teléfono. Son las once de la noche en Kuala Lumpur y Carla Suárez acaba de regresar a su hotel tras una jornada de aguacero y retrasos. La canaria, 28 años, reproduce desde la lejanía un discurso optimista, aunque los últimos tiempos han sido difíciles para ella. Y es que la tenista ha estado a merced de una inclemencia que suele consumir el ánimo de los deportistas: la incertidumbre. “Voy mejor, cada día un poquito mejor, pero la evolución es muy lenta. He ido pasando fases, pero a medida que avanzan las semanas te entran las ansias por competir. Pasan los días y estás cerca, pero a la vez tan lejos…”, cuenta la 14 del mundo.

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Carla lleva prácticamente un trimestre en la oscuridad, sin competir, viendo el espectáculo desde un segundo plano. Mientras el resto de jugadoras han disfrutado del cuerpo a cuerpo y embolsando puntos, ella apenas ha podido ir más allá de los ensayos. El motivo, una dolencia en el hombro derecho que le impide sacar. “Todo empezó a finales de noviembre. Estuve dos semanas de vacaciones y cuando volví a entrenar, el primer día que saqué ya sentí molestias. Yo pensaba que eran solo por la inactividad, pero al día siguiente todavía me dolía un poco más y al otro aún más. Como no remitían, decidimos ir a ver a los médicos. Me dijeron que no era nada serio, pero la cosa se puso peor y poco a poco comenzamos a preocuparnos”, explica.

Desde entonces, Suárez trabaja en solitario, al margen del circuito. Han sido tres meses de malestar, espera y frustración, porque la canaria puede ensayar prácticamente todos los ejercicios menos el servicio. “Es irritante, porque solo me duele al sacar. Puedes ir entrenando, puedes jugar y hacer todo al cien por cien… menos sacar. Es un problema muy específico y no han concretado un tiempo exacto de recuperación. Tienes que tener mucha paciencia, no hay otra. Tienes que aceptarlo y ser consciente de que el año es muy largo. Quedan muchas semanas y lo bueno del tenis es que cada semana ofrece una revancha”, dice desde la habitación 1603 de una torre.

Ausencia en cinco torneos y la Copa Federación

Pese a no ser grave, la lesión (impigement labral posteriosuperior de su hombro derecho) ha condicionado por completo su despegue. De su calendario han desaparecido cinco torneos —Brisbane, Sidney, Taiwán, Qatar y Dubái—, además de la serie de la Copa Federación en la República Checa. Tan solo forzó en Melbourne. “Fui al Open de Australia para romper un poco la rutina y estar un poquito más cerca de la competición, pero si no hubiera sido un Grand Slam no lo hubiera hecho”, matiza. Allí ganó un partido, pero en el segundo su articulación dijo basta. “No podía sacar a más de 90 ó 100 por hora porque siente mucha inestabilidad”, detalla Budó.

Comienzo la temporada de cero. La gente empezó en Brisbane y a mí me toca empezar ahora

A lo largo de todo el proceso, Suárez ha intentado esquivar el dolor por todos los medios. Ha recurrido a los factores de crecimiento, a la electroestimulación, a la acupuntura y a una máquina (Winback) que le aporta calor y pequeñas descargas para rehabilitar la zona dañada. Eso sí, la cirugía está descartada. “Los médicos me dicen que el hombro es una estructura compleja, así que debo ir despacio, pero viendo cómo va esto llega un momento en el que te dices: hay que intentar jugar con dolor, siempre y cuando sea tolerable, claro”. La última visita clínica fue esperanzadora, porque no se advirtieron riesgos serios y los galenos le dieron luz verde para que juegue la próxima semana en Kuala Lumpur. Después, la idea es viajar también a Indian Wells y Miami para coger inercia y no perder el tren.

“Ahora comienzo la temporada de cero. La gente empezó en Brisbane y yo empiezo aquí. Al final, lo que de verdad te cansa es no competir, así que lo cogeré con más ganas si cabe. Ahora la idea es seguir jugando mientras tolere el dolor. Si no puedo soportarlo, pararé de nuevo”, resume Carla, que se ejercita de lunes a domingo, sin pausa, y que a lo largo de estos tres duros meses al menos ha podido ver algún partido en el Camp Nou y recibir a sus padres en Barcelona, donde ella reside. “Todo esto da rabia, pero he intentado hacer cosas distintas y distraerme. Ha sido una de las partes positivas de esta lección”, remacha.

LA CARRERA DE CARLA SUÁREZ, EN CIFRAS

Dos títulos individuales de la WTA. Los consiguió en Oeiras (2014) y Doha (2016). Además ha obtenido tres de dobles y seis de la ITF.

El sexto escalón, su mejor 'ranking'. Lo firmó el año pasado, tras su éxito en Qatar. Actualmente es la 14.

437 victorias y 274 derrotas desde su ingreso en el profesionalismo, en 2003.

8,3 millones de dólares (7,8 de euros) en ganancias.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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