_
_
_
_
_

Prigioni: “Los Baskonia-Real Madrid son partidos para leones”

El base argentino, leyenda del Baskonia y exjugador del Madrid, rememora los duelos entre ambos equipos antes de la semifinal de la Copa

Faustino Sáez
Prigioni, entre Nocioni y Carroll, en su último Baskonia-Madrid en enero
Prigioni, entre Nocioni y Carroll, en su último Baskonia-Madrid en eneroL. RICO

El 3 de enero se jugó en el Buesa Arena de Vitoria el penúltimo Baskonia-Real Madrid disputado hasta la fecha y también el penúltimo partido de Pablo Prigioni en la Liga española. A cuatro meses de cumplir los 40 años, el base argentino entendió pocos días después que había llegado el momento de dejarlo. “Podía ser cualquier día y lo sentí en el último entrenamiento. Crecí alcanzando lo que estaba cerca, día a día, dando pasos cortos pero siempre hacia adelante. Ni soñé a largo plazo ni miré para atrás”, repasa uno de los iconos de la generación doradaantes de la semifinal de Copa que medirá al equipo de su vida y al Madrid, cuya camiseta vistió en dos de sus 23 años de carrera.

El duelo por la final entre dos clásicos del baloncesto español (18.30, #0 Movistar+) reunirá en la pista a una docena de jugadores con pasado NBA y reeditará la semifinal del año pasado en A Coruña (86-80 para el Madrid). “Fue el mejor partido de la temporada, en todas las competiciones”, sentencia Laso. Prigioni lo verá desde la grada, aclamado por la hinchada como una leyenda, masticando nervios y recuerdos.

“Con el Tau tuvimos muchas batallas contra el Madrid. Se quedó la foto de aquella Liga que perdimos de forma increíble con el triple de Herreros, la teníamos en la mano y fue muy doloroso, pero también tuvimos momentos grandes. Los partidos contra el Madrid y el Barça estaban bien apuntados en el vestuario. Se apelaba a todo, no queríamos perder por nada del mundo. Al final, de todos esos duelos quedan siempre más recuerdos buenos que malos. Los Baskonia-Madrid son duelos para leones”, rememora el metrónomo que, entre 2003 y 2009 levantó una Liga, tres Copa y cuatro Supercopas con el Baskonia. “El Madrid es el club más grande del mundo en cuanto a estructura y potencial. Pero el Baskonia es fruto de una idea. En Vitoria hay pasión y cultura de baloncesto. Nunca hubo límite ni excusas para pelear”.

Con la vitrina llena emprendió viaje a Madrid para sumarse a un proyecto lujoso que, sin embargo, acabó resultando un tormento. “No sentí que me iba a un lugar mejor sino a un lugar diferente. El Baskonia ya era uno de los mejores equipos de Europa, pero llevaba muchos años y sentí que tenía que cambiar. La propuesta de trabajar con Messina era seductora pero, con la película vista, no fue una buena decisión. Aquella etapa nos pasó factura a todos los que la vivimos. Más allá de eso, conocí gente maravillosa como Llull y hubo hitos como llegar a una Final Four después de 17 años”, prosigue Prigioni.

En aquellos días, el base de Río Tercero experimentó la difícil sensación de enfrentarte a los colores que profesaba. “No lo pasé nada bien en mis partidos contra el Baskonia. Viví situaciones por la que hubiera preferido no pasar. Tengo demasiado cariño a Vitoria y al Baskonia y era como cuando vas a jugar contra un amigo. A mí no me gusta pelear contra los amigos. No me cabe en la cabeza enfrentarme a Nocioni por ejemplo”, relata antes de piropear a su hermano de generación. “Si el Madrid no hubiera tenido al Chapu no hubiera ganado tanto y no hubiera al Andorra. Más allá de otros jugadores importantes, estamos hablando de un carácter indomable y un espíritu ganador como una roca”, cuenta. “A mí me tocaron años inestables allí, pero este Madrid no tiene nada que ver. Han consolidado un núcleo de jugadores, con un entrenador y un proyecto que les han llevado a la cima. La estabilidad da resultados siempre”.

En su expediente, 461 partidos, 767 recuperaciones y 1721 asistencias en la Liga ACB; y 298 encuentros más en la NBA. “La aventura en EE UU me rejuveneció, me inyectó una adrenalina que me impulsó a dar un extra y jugar casi hasta los 40 años. Alcancé un punto que jamás hubiera imaginado”, cierra uno de los héroes del Buesa Arena que ayer, en alusión a la victoria del Madrid en cuartos ante el Andorra, estrenó cántico: “¡Era campo atrás!, ¡era campo atrás!”.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_