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Inglaterra derrota a Escocia con tres testarazos

Francia sufre ante Suecia y Alemania abusa en San Marino. La primera noche europea de la cuarta jornada de las eliminatorias mundialistas deja 39 goles en diez partidos

Gol de Gary Cahill a Escocia.
Gol de Gary Cahill a Escocia.Christopher Lee - The FA (The FA via Getty Images)

Europa vibró este viernes con diez partidos en la previa mundialista, una buena colección de goles y cerrados y emotivos duelos. Lamentó también algunos incidentes en la previa del partido entre Inglaterra y Escocia y, sobre todo, en la visita de Polonia a Bucarest, donde Lewandowski tuvo que ser atendido tras sufrir los efectos de un petardo lanzado desde la grada que cayó a menos de un metro de donde se encontraba.

Un petardo tumba a Lewandowski

Rumanía puede verse abocada a una importante sanción después de los incidentes protagonizados por sus aficionados en el partido que le enfrentó a Polonia en Bucarest. Un petardo lanzado desde la grada impactó en el césped justo al lado de donde estaba el delantero polaco Robert Lewandowski, que cayó desplomado por efectos de la onda expansiva. Allí estuvo durante unos minutos mientras fue atendido mientras los jugadores rumanos recriminaban la acción a sus aficionados. Minutos antes ya habían caído unas bengalas sobre el terreno de juego y el partido tuvo que detenerse.

En la clasificación de la pasada Eurocopa, la UEFA decretó la derrota en los despachos de Montenegro ante Rusia por 0-3 después de que una bengala lanzada desde la grada impactase en el meta ruso Akinfeev. Además, la selección balcánica fue castigada con una sanción económica y la obligación de disputar dos partidos como local a puerta cerrada. Serbia y Croacia también tuvieron que jugar varios partidos sin público tras situaciones similares a la que se generó en Bucarest.

En Wembley, Inglaterra se impuso a base de pegada y cabeza (3-0). En todos los sentidos: el equipo de Southgate se empleó con paciencia y decidió con tres testarazos. La diferencia de talento ante la meta rival marcó distancias sobre todo en el inicio de la segunda parte, momento de inflexión en el encuentro. Inglaterra ganaba gracias a un gol de Sturridge, pero Escocia regresó del descanso con una renovada ambición. El lateral Wallace (de nombre Lee, no William) cargó contra Inglaterra en dos incursiones que pudieron acabar en gol. La réplica local fue inmediata, marcó Lallana y firmó la sentencia, que poco después rubricó Cahill al rematar un saque de esquina en el primer palo con media hora todavía por jugar.

El triunfo deja a Inglaterra en una buena posición en su grupo, que lidera en solitario después de tres triunfos y un empate. Eslovenia le da réplica a dos puntos de distancia por más que pasase apuros (0-1) en su desplazamiento a La Valetta. Allí Malta se pudo adelantar en el primer tiempo tras un error en el blocaje de Oblak, pero Verbic anotó en la primera acción tras el descanso al resolver en el área con un sutil taconazo. Eslovaquia, que había perdido sus dos primeros partidos, se apunta a la pelea tras derrotar con prestancia a Lituania (4-0), que al descanso ya estaba tres abajo tras un torrencial inicio de los eslovacos con goles de Nemec y Kucka antes del cuarto de hora. Dos clásicos, Skrtel y Hamsik sentenciaron después a la selección del país báltico, que no conocía la derrota tras empatar con Eslovenia y Escocia y superar a Malta en los partidos celebrados en septiembre y octubre.

Olivier Giroud lamenta una ocasión fallada por la selección francesa.
Olivier Giroud lamenta una ocasión fallada por la selección francesa.IAN LANGSDON (EFE)

Francia y Suecia se disputaron el liderato de su grupo en Saint-Denis y se lo quedaron los galos (2-1). No fue una noche plácida para el equipo de Deschamps, enredado en un duelo sin ritmo, con un rival bien replegado que incluso avisó de inicio en un remate de Toivonen que bloqueó Koscielny cuando llevaba marchamo de gol. Apenas un intento desviado de Griezmann fue el balance de Francia en los tres primeros cuartos de hora, con Giroud como compañero en ataque del delantero del Atlético y Kevin Gameiro en el banquillo. Suecia controló el partido durante largos minutos y se adelantó con un libre directo en el que Emil Forsberg, el centrocampista del emergente Red Bull Leipzig, le imprimió un efecto diabólico a la pelota ante el estupor de Lloris. Pero Suecia no disfrutó de tiempo para poder gestionar su ventaja. Empató Pogba de inmediato y diez minutos después ya iban por detrás los escandinavos tras un gol de Payet que debió ser anulado por fuera de juego previo de Griezmann. Suecia tuvo opciones para empatar, pero Francia apretó los dientes y sumó tres puntos que pueden ser vitales en la cuenta final para sacar el pasaporte directo a Rusia.

Alemania tuvo menos problemas en San Marino, tal y como cabía esperar (0-8). A los ocho minutos ya mandaba por dos a cero con goles de Khedira y el debutante Gnabry, que acabó firmando un hat-trick. Los germanos son líderes en un grupo bastante accesible tras ganar los cuatro primeros partidos, con 16 tantos a favor, ninguno en contra y cinco puntos de ventaja sobre su perseguidor. Azerbaiyán era su inmediato perseguidor, pero el equipo que dirige Robert Prosinecki cayó en Belfast ante Irlanda del Norte (4-0), que ahora es segunda a igualdad de puntos con su rival tras hacerse valer a partir de su estilo, con tres goles a balón parado, el primero tras saque de banda al área, los dos siguientes mediante sendos testarazos de dos zagueros. En el otro partido del grupo, la República Checa necesitaba ganar para no verse descolgada tras empatar sus dos primeros partidos como local ante irlandeses y azeríes. Y no falló (2-1) ante Noruega, que solo apretó al final con un postrero gol que la metió en el partido.

El delantero alemán Serge Gnabry anota su primer gol a San Marino.
El delantero alemán Serge Gnabry anota su primer gol a San Marino.Alexander Hassenstein (Bongarts/Getty Images)

Más reñida está la disputa por el mando en el grupo que ahora lidera Polonia tras una victoria en Bucarest (0-3) en un partido bronco por los incidentes propiciados desde el graderío. El partido estuvo parado varios minutos, primero por el lanzamiento de bengalas al césped, después porque un petardo estalló a menos de un metro de Lewandowski, que tuvo que ser atendido por el impacto de la onda expansiva. Valió el gol de Grosicki en el minuto 10, una brillante acción individual, para que Rumanía enfilase un nuevo tropiezo que certificó Lewandowski con dos dianas en los minutos finales. Presente en la última Eurocopa, el país balcánico ya ha tropezado en casa no solo contra los polacos sino que también firmó un empate con Montenegro. Y en su visita a Kazajistán no pasó del empate.

Los kazajos son un ejemplo de progreso futbolístico y aunque cierran la clasificación del grupo llevaron a Dinamarca casi al límite en Copenhague. No se podían permitir un error los daneses tras perder en el Parken contra Montenegro en la última jornada, pero vivieron un momento de apuro cuando Suyumbaev empaló un disparo desde treinta metros para igualar el tanto con el que Dinamarca se había adelantado por mediación de Cornelius. Un penalti convertido por Eriksen les alivió antes del descanso y Ankersen y otra vez Eriksen sentenciaron casi al final (4-1), tiempo en el que hubo minutos para que debutase Kasper Dolberg, la gran promesa del fútbol danés. El grupo se aprieta con el tropiezo de anterior líder, Montenegro, que se dejó remontar una ventaja de dos goles en Armenia (3-2).

Gresca en el Día del Armisticio

Fue una jornada de contrastes en Londres, en su céntrica Trafalgar Square en la que miles de personas se dieron cita por la mañana para conmemorar el Día del Armisticio. Cada 11 de noviembre desde el final de la Primera Guerra Mundial se recuerda la fecha en la que finalizó el conflicto y se aprovecha para honrar la memoria de quienes combatieron y sufrieron los rigores del enfrentamiento bélico. Ese día los británicos acostumbran a lucir una amapola (“poppy”) roja de papel como emblema para recordar a los fallecidos en los combates.

Así, Trafalgar Square albergó un evento en el que se guardaron dos minutos de silencio, en el que se leyeron poemas, hubo canciones alusivas al acontecimiento y se colocaron miles de amapolas en las fuentes y rincones de la plaza. Finalizado el recogimiento llegó el bullicio: centenares de aficionados escoceses tomaron el lugar, sacaron sus banderas y comenzó a brotar el alcohol. Diversos medios de comunicación ingleses informaron a lo largo del día de “escenas vergonzosas”. Todo acabó con varias cargas policiales y varios detenidos.

13.700 aficionados escoceses viajaron con entradas asignadas para presenciar en Wembley el primer choque en partido oficial entre ambas selecciones, de fondo no solo la rivalidad secular sino el reciente intento de secesión tumbado en las urnas. El ambiente fue electrizante. Ambas aficiones silbaron y abuchearon el himno del oponente, cayaron de manera sepulcrar y con respetuosa emoción en el actio previo al partido en el que se honró la memoria de los caídos en la Gran Guerra. La FIFA había prohibido a ambas escuadras lucir sobre sus camisetas las amapolas. “Es un símbolo de recuerdo, no un mensaje político, religioso o comercial”, se quejó la federación escocesa. La inglesa dejó claro que no faltaría ese emblema sobre el césped de Wembley y así fue porque lució en brazaletes que portaron los futbolistas.

Hubo, sin embargo, un golpe a la tradición que no se pudo evitar. Escocia tuvo que jugar con una camiseta de color rosa porque su nueva casaca con su característico azul oscuro tiene en su versión actual las mangas blancas. A la Tartan Army, la afición que sigue al equipo, no le gustó el detalle. Pero el capitán Darren Fletcher le restó importancia: “Llevamos el león en el pecho y segumos siendo Escocia”, aclaró.

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