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Portugal - Francia | El mayor reto de Cristiano

La selección lusa busca su primera cumbre frente a unos 'bleus' que llevan 18 partidos sin perder como local en grandes torneos

Cristiano, en la tanda de penaltis contra Polonia.
Cristiano, en la tanda de penaltis contra Polonia.Laurence Griffiths (Getty)
José Sámano

Aquel 4 de julio de 2004 aún era un crío de 19 años y, como millones de sus paisanos, se llevó un disgusto morrocotudo. Un berrinche sonoro para todo Portugal. Su selección sufrió un apagón en el estadio Da Luz de Lisboa ante 62.865 espectadores, una marea portuguesa con algún brote griego. Ni Cristiano Ronaldo, que solo llevaba un año con la absoluta lusa y entonces jugaba con el 17, pudo remediarlo. Portugal acababa de perder su Eurocopa ante la increíble Grecia y la atenta mirada del inolvidable Eusebio. Ni con él en los 60 ni con otro genio en ciernes, el equipo luso había sido capaz de llegar a la cima. Cristiano, que ha madurado de maravilla, y todo Portugal tienen hoy (Telecinco, 21.00) la segunda gran oportunidad de su historia. Esta vez, sin la luz lisboeta, el peso le corresponderá a Francia, que busca su tercera Eurocopa y no suele fallar como anfitriona. Así ganó la Euro 84 y el Mundial 98.

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Aquella Francia encontró en Platini y Zidane su hilo conductor. Hoy le toca a Griezmann, que, como aquellos, es mucho más que un goleador. En esta selección gala de músculo y desenfreno, él es de los pocos que armoniza, desahoga el juego, ofrece la pausa necesaria o vuela llegado el momento. La ausencia de Benzema le ha dejado solo en ese papel. Mientras otros como Matuidi, Pogba y Sissoko corren, brincan y chocan, Griezmann juega para todos y para el gol, que ya lleva seis.

Esta Francia tiene la armadura con la que triunfó Didier Deschamps, su actual seleccionador, un medio centro de blindaje al que rodeaban centuriones como Vieira, Desailly y Petit. Le fue de maravilla, y así conquistó el primer y único campeonato del mundo de los galos y la Eurocopa de 2000 en Rotterdam. En el torneo que se cierra en París, el fútbol ha ido corrigiendo al técnico, que alteró sistemas y jugadores hasta dar con el formato que le ha hecho finalista. Es un equipo perfilado para el contragolpe que no se ruboriza si los once se acuartelan delante de su excelente portero y capitán, Hugo Lloris. Es la Francia versión Pogba hasta que interviene Griezmann y le secunda Payet con Giroud en la diana.

Tampoco a Portugal le gusta administrar el juego, prefiere ceñirse al fútbol de estampida, con Cristiano y Nani como lanzaderas. Fernando Santos, su entrenador, también ha encontrado el equipo con el discurrir del torneo. Ya no hay huellas del veterano Ricardo Carvalho, junto a CR los únicos que resisten desde aquella derrota de 2004, ni del valencianista André Gomes y Moutinho, los dos centrocampistas más finos y sutiles.

La estadística, del lado de ‘les bleus’

Cuarto enfrentamiento en un gran torneo. Francia y Portugal se midieron en las semifinales de la Eurocopa de 1984 y 2000 y del Mundial de 2006. De todas ellas salieron victoriosos los franceses.

Francia ha ganado sus últimos 10 partidos contra Portugal. Es su mejor racha contra cualquier equipo por detrás de las 13 victorias consecutivas que acumula frente a Luxemburgo.

La última victoria de Portugal contra Francia se remonta a abril de 1975, en un amistoso (2-0). Desde entonces, los lusos sólo han marcado un gol en sus últimos cuatro partidos contra el equipo nacional francés, en octubre de 2014.

Será la quinta final de Francia. 'Les bleus' ganaron tres de ellas (Eurocopa de 1984 y 2000 y Mundial de 1998), y perdiendo la última que disputaron ante Italia en el Mundial 2006.

Carvalho fue relevado por Fonte, que ha demostrado firmeza junto a Pepe en el eje de la zaga. A los 33 años, el madridista, baja en semifinales pero ya recuperado, ha hecho un buen torneo, broche a una notable temporada con el Real Madrid. En el medio campo, tras los primeros partidos, en los que a Portugal le faltó más puntería que juego, Santos echó el lazo al joven Renato y al más curtido Adrien Silva. El resultado ha sido un equipo muy indefinido, irregular. Con los retoques, la selección portuguesa ganó en eficacia y perdió mucho aroma.

Toda final es un reto, pero en este caso parece mayúsculo para Portugal y hasta para el mismísimo Cristiano. Quizá el mayor de su prodigiosa carrera. Le supondría aupar a su país a la primera gran cumbre internacional, con lo que ello supondría para subrayar aún más su eternidad. Un dato va en su contra: en los 1.353 minutos que ha jugado contra las únicas selecciones europeas que levantaron la Copa del Mundo —Alemania, España, Italia, Inglaterra y Francia—, jamás ha marcado. Puede que ya le toque, pero Francia encadena 18 partidos como local sin perder en Eurocopa o Mundial. Y Portugal ha perdido las tres veces que se ha medido a los franceses en una gran cita. Un desafío en toda regla, colosal hasta para colosos como CR.

Si Portugal y Cristiano pretenden echar a rodar su historia por la gran pasarela, Francia y Griezmann no quieren romper con la tradición del brindis casero. El que no pudo hacer aquel jovenzuelo Cristiano en Lisboa 2004. Griezmann solo tiene 25 años, pero para Cristiano, de 31, el Mundial de Rusia 2018 es toda una caminata. Mejor ir el próximo verano, a la Confederaciones, a la que accederá quien hoy tire serpentinas en Saint-Denis.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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