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“Sainz lo ha hecho todo bien”

En Toro Rosso elogian el talento y trabajo del español en su debut y minimizan el margen de puntos que le ha separado de Verstappen

Oriol Puigdemont
Sainz, este domingo en Abu Dabi.
Sainz, este domingo en Abu Dabi.Peter Fox (Getty Images)

La figura de Carlos Sainz se asocia de forma automática a la suerte, aunque la percepción que tiene de ella el piloto madrileño es completamente contraria a la del resto de los mortales. “Ya me gustaría que mi hijo tuviera la mitad de mala suerte que he tenido yo en la vida”, proclama siempre que se le pregunta el bicampeón del mundo de rallies (1990 y 1992), que sigue siendo el único español en haberse coronado. En términos absolutos ese razonamiento es indiscutible, aunque eso no quita que en su estreno en la F-1, Carletes (Madrid, 21 años), el hijo del Matador, piense que la fortuna le ha dado la espalda: el chaval terminó ayer su primera temporada en el Mundial en la 15ª posición de la tabla, pero con menos de la mitad de puntos (18) que Max Verstappen (12º con 49 puntos), su compañero en Toro Rosso. “La explicación es sencilla: Carlos ha tenido muy mala suerte con el coche, que le ha impedido terminar siete grandes premios”, le disculpa Franz Tost, el director de la estructura de Faenza (Italia). Cuando no ha sido un fallo en algún componente de su bólido ha sido un error de su tropa en los cambios de gomas, como volvió a ocurrir ayer (perdió tres segundos y dos puestos en la primera entrada).

El curso ha sido un éxito rotundo para Toro Rosso, un equipo con un presupuesto que ronda los 125 millones de euros, una tercera parte de la inversión que realizan las grandes potencias (Ferrari, Red Bull o Mercedes). La apuesta de este 2015 era tremendamente ambiciosa al haber dado entrada, de una tacada, a dos de los pilotos más jóvenes de la historia. En Australia (marzo), Verstappen ni siquiera había cumplido los 18 y Sainz contaba con 20 años, por más que esa falta de experiencia no se haya traducido en errores en ningún caso. Tanto el uno como el otro han demostrado una serenidad propia de los más veteranos, y ya nadie les juzga como al principio, cuando se les veía como la excusa de Red Bull para salir en los titulares. Llegado del momento de poner nota, a Verstappen se le considera el diamante más puro que ha dado el certamen en mucho tiempo, pero si Sainz no está a su altura en términos numéricos es debido a la fragilidad de su monoplaza. Como es lógico, ambos son intocables de cara al próximo campeonato.

La mayor parte de problemas han sido del coche, nunca de Carlos. Él y Max están mucho más cerca de lo que marca la tabla" Franz Tost, director de Toro Rosso

“Estoy muy tranquilo porque el equipo sabe que soy rápido. Me han transmitido serenidad y cada vez que le ha pasado algo al coche, ellos han sido los primeros cabreados. Tienen muchos gestos de cariño y cuando se rompe algo les duele mucho”, explica el madrileño en el paddock de Abu Dabi. “He evolucionado mucho a lo largo de estos meses, pero Toro Rosso me preparó muy bien. No ha habido nada que me pillara por sorpresa y eso es mérito suyo”, añade Sainz. “La mayor parte de problemas han sido del coche, nunca de Carlos. Él lo ha hecho todo bien, y por eso no tiene que preocuparse por nada. Ha demostrado su velocidad en todo momento, tanto los sábados como lo domingos. Él y Max están mucho más cerca de lo que marca la clasificación”, considera Tost, el jefe, respaldado por los números: de las 19 cronometradas, el holandés ha terminado por delante en 10, mientras que en las otras nueve lo ha hecho el español.

Max se ha llevado más titulares que él debido a su edad, pero están a la par en todo lo demás", argumenta James Key, el director técnico

“El balance es muy positivo porque el debut siempre es complicado. Carlos no lo tuvo nada fácil por cómo llegó (fue anunciado después de Verstappen cuando teóricamente la plaza era suya como campeón de World Series)”, puntualiza Sainz padre. “Y a tenor de lo que se habló de uno y el otro, Max debía borrarle del mapa. Sin las averías estarían igualados”, ahonda el dakariano, que el próximo enero volverá a alistarse en la salida del raid por etapas más duro del mundo. “Carlos trabaja muy duro con los ingenieros, y el único pero es la mala suerte que ha tenido con la fiabilidad de su coche”, cuenta James Key, el director técnico de Toro Rosso. “Max se ha llevado más titulares que él debido a su edad, pero están a la par en todo lo demás”, zanja el ingeniero, aventurando un 2016 mucho más movido.

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