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El mejor fichaje del Barça

Vermaelen, de quien llegaron a dudar los médicos del Barça y fue objeto de mofa, rompe un cerrojo con el que no puede ni el tridente mágico: Messi, Suárez, Neymar

Vermaelen disputa el balón con Horta.
Vermaelen disputa el balón con Horta.Toni Albir (EFE)

Embozado el Barcelona en pases y regates, se crecía el Málaga. A medida que pasaban los minutos y el equipo de Luis Enrique no le hacía daño, la partida se la llevaban los blanquiazules. Lluvia sobre mojado. Pasó lo mismo el año pasado, cuando el equipo de Javi Gracia logró lo que nadie consiguió contra el tricampeón: mantenerle a raya. En La Rosaleda, el Barça ni chutó a puerta y en el Camp Nou, aunque acribilló a los malacitanos, la idea del entrenador pamplonés se impuso y ganó por 0-1. Ayer, en el regreso de Neymar, superadas sus paperas, al Barcelona se enredó en una idea bien tejida. Hasta que en esas, tiró un centro Suárez, sacó como pudo la mano para el despeje Kameni, otra vez, y por sorpresa, sin que nadie le hubiera invitado a esa fiesta, apareció Vermaelen, el central maldito.

No será que no lo intentó el Barça, que probó y probó, por la banda y por dentro, y hasta modificó el sistema, a ratos incluso jugando con una defensa de tres hombres, adelantando mucho a los laterales. Pero no había manera y cuando no apareció Kameni, se desvió el punto de mira o no colaboró el árbitro tampoco, para desesperación de los forofos, que fueron muchos: 80.812. Incluso se reclamaron dos penaltis, uno por mano de Miguel Torres tras un recorte de Neymar, que le sentó, y otro por un supuesto derribo de Angeleri a Luis Suárez. Ni por esas. Hasta que apareció Vermaelen, ése que hace apenas un año no fue sino motivo de burla cada vez que se hablaba de Zubizarreta y su apuesta por el central belga desde que dijo: “Es un jugador de rendimiento inmediato”.

Frente al Málaga apareció Vermaelen, ése que hace apenas un año fue motivo de burla cada vez que se hablaba de Zubizarreta

“Es un futbolista que venía arrastrando muchas lesiones y teníamos muchas ilusiones en él. Está jugado muy bien, en la pretemporada también jugó muy bien y hoy hizo un partido muy serio", dijo ayer Robert Fernández, sustituto en el cargo de Zubizarreta.

Thomas Vermaelen le costó al Barça 10 millones de euros, mas cinco por incentivos que se pagaron al Arsenal. Llegó lesionado y lesionado se pasó todo el curso. De hecho, sólo asomó en el Camp Nou la ultima jornada de Liga, la noche en la que se reivindicó como “el mejor fichaje del próximo año” consciente como era de que el Barcelona, sancionado por la FIFA, no podría incorporar a nadie durante este verano. Había vuelto a jugar después de 10 meses sin pisar un campo por culpa de una lesión en los músculos isquiotibiales que le llevó al quirófano del doctor finlandés Sakari Orava, en Finlandia. El belga tuvo suerte de no tener ni idea de castellano -“estoy aprendiendo. Es difícil hablarlo en una entrevista, pero lo entiendo”, soltó el central en la zona mixta-, porque se ahorró saber sobre las burlas que se hacían sobre él. Se las llevó todas Zubizarreta, el hombre que validó su contratación como secretario técnico. Los médicos del Barcelona, que en un principio avalaron a Zubi, se lavaron las manos tan pronto adivinaron que en la directiva cundía el pánico. En esas, intervino el psicólogo para ayudar al futbolista a recuperarse, porque le dolía tanto el semitendinoso como la cabeza.

Tiene mucha personalidad, es muy experto y tiene mucho peso a balón parado”, corroboró Luis Enrique

El tiempo parece que le ha dado la razón, al belga y al vasco. Jugó un partidazo en Bilbao el domingo y ayer desempedró el camino que no lograron limpiar el tridente más realizador de la historia del fútbol: 122. Fue él, el central maldito, quien le dio la segunda victoria al Barcelona. El fútbol tiene estas cosas: siempre da una segunda oportunidad. Para Zubi ya es tarde, para Vermaelen, los aplausos que recibió al ser reemplazado anoche por Mathieu en el Camp Nou valen por un año en la camilla. “Tiene mucha personalidad, es muy experto y tiene mucho peso a balón parado”, corroboró Luis Enrique. Ya sabíamos de su alto nivel, a pesar de que aún no está al 100%. Acabó muy cansado”.

“Terminé el partido fatigado”, contó Vermaelen. “No es fácil jugar con 50 metros a la espalda, pero lo trabajamos en los entrenamientos. Siempre hay riesgos, lo importante es mantener la presión alta”, explicó el belga sobre su adaptación al fútbol azulgrana. Y ya olvidada la lesión, soltó: “Me gusta jugar en el Barcelona”.

Luis Enrique: “El parón nos viene de maravilla

JUAN I. IRIGOYEN

“Jugamos un partido muy completo”, se arrancó Luis Enrique; “se dio el encuentro que habíamos trabajado y preparado durante la semana”. Una buena noticia para el asturiano: el curso pasado el Barcelona no pudo con el Málaga en ninguna de sus comparecencias. “Se presentaron las mismas dificultades. Y en ese sentido necesitábamos ser un equipo efectivo. Son partidos que invitan a desesperarte. Pero estuvimos muy bien en muchos aspectos del juego”, analizó el asturiano, que agradeció la “paciencia del Camp Nou”.

“El Málaga es un rival que la temporada pasada nos complicó mucho la vida y lo volvió a hacer. Ellos se agruparon muy bien y dejaron pocos espacios”, intervino Macherano. Y completó Luis Enrique: “Hemos sido superiores y hemos jugado en un muy buen nivel”.

“Hemos rozado el gol, estoy satisfecho por el partido, no por el resultado”, convino Javi Gracia, técnico del Málaga. “Hemos estado cerca, aunque en el fútbol estar cerca no vale mucho. Lástima del gol, fue una jugada fortuita. Duele que la jugada más evitable haya acabado en el 1-0. Estábamos agotados física y mentalmente”, sumó Kameni. Superado el Málaga, el Barça espera con ansias la jornada FIFA de selecciones. “El parón viene de maravilla”, cerró Luis Enrique.

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