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Vermaelen se calza las botas

El central del Barcelona, operado de los isquiotibiales, recibe el alta nueve meses y 55 partidos después

Jordi Quixano
Vermaelen, en su presentación como jugador del Barcelona
Vermaelen, en su presentación como jugador del Barcelonagetty

No fue en el reciente derbi ante el Espanyol sino en el anterior cuando los jugadores del Barcelona posaron para la foto oficial con una camiseta amarilla en la que, sobre el escudo azulgrana, se podía leer: Muchos ánimos Thomas. Al día siguiente, ya en el vestuario de la ciudad deportiva, Xavi le entregó una de esas camisetas firmadas por todos los del equipo. “Ha sido una sorpresa que me da fuerzas”, resolvió el central belga Thomas Vermaelen, de 28 años. Pasados nueve meses desde que llegara al Barcelona, recibió ayer el alta médica definitiva después de pasar por el quirófano por unas persistentes roturas musculares en los isquiotibiales que le han martirizado, hasta el punto de que recibió tratamiento psicológico para superar la ansiedad que le producía no poder jugar.

Vermaelen llegó lesionado al Barça tras romperse en un encuentro del Mundial de Brasil. Los médicos azulgrana, conscientes de la fragilidad del jugador, le hicieron una revisión de lo más exhaustiva basada en la máquina 3-Teslas Magnetom Vario de la Clinica Creu Blanca, aparato pionero en el campo de las resonancias magnéticas porque aplica una tecnología que incrementa la diferenciación de estructuras y permite una definición espacial para hacer cortes musculares milimétricos. Unas horas más tarde, le llegó un correo electrónico al entonces director deportivo Andoni Zubizarreta en el que aprobaban su fichaje —“porque una lesión muscular nunca podría contraindicarlo”, explican del club— y en el que detallaban que en tres semanas estaría listo para jugar sin problema alguno y al ritmo de los demás compañeros. Por eso, en el día de su presentación, Zubizarreta le describió como “un futbolista de rendimiento inmediato”; palabras que le costaron ácidas críticas y que desde el departamento médico no quisieron asumir ni tampoco corregir.

Tras pasar la revisión antes de fichar, el departamento médico envió un correo al área deportiva para explicar que el jugador estaría perfecto en tres semanas

Pero al futbolista le costaba recibir el alta, siempre con molestias, hasta que jugó un encuentro de una hora ante la selección de Indonesia sub-19 y marcó un gol. Poco después, sin embargo, recayó y desde la entidad dieron la importancia que tenían las dos cicatrices internas en el isquiotibial, sobre todo una amplia en forma de cremallera entre dos partes del bíceps femoral. Un tipo de cicatriz que llega tras una rotura mal curada y se va reproduciendo de forma lineal, por lo que la lesión va abriéndose camino en el músculo con nuevas roturas fibrilares. Por lo que viajó a Finlandia y se operó con el doctor Sakari Orava.

Fichado por 10 millones más otros cinco en variables y otros 3,8 en caso de lograr dos Champions en los próximos cinco años, el aficionado desconfió de su fichaje al tiempo que se llegó a dudar de su recuperación. El central salió al paso en su cuenta de Facebook. “Todo va acorde al plan y si todo sigue así volveré al equipo en abril. ¡Trataré de contribuir a los éxitos del Barça en esta temporada!”. Ahora, nueve meses y 55 partidos después, Vermaelen está a disposición de Luis Enrique. Ha sido un tormento que se ha prolongado en el tiempo dado que en los últimos cuatro años ha estado 718 días de baja. Aunque Johan Cruyff ya dio su parecer hace unos meses: “Se le ha fichado por cinco años, no pasa nada porque esté un tiempo sin jugar”. No se sabe si lo hará antes de que acabe el curso, futbolista sin ritmo de competición. Pero sí se presupone que es de una vez por todas.

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