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Sobran 12.000 entradas para el partido entre España y Ucrania

El ambiente es tibio de cara al encuentro, aunque se espera un buen aforo finalmente

Rafael Pineda
Albiol e Isco bromean en un entrenamiento.
Albiol e Isco bromean en un entrenamiento.Kiko Huesca (EFE)

Sevilla vive días muy especiales previos a la Semana Santa. El España-Ucrania de mañana ha levantado hasta el momento una tibia expectación en la capital de Andalucía, que fue sede fija de la selección entre 1983 y 1996. El Ramón Sánchez Pizjuán tiene un aforo de 42.649 espectadores y hasta última hora del miércoles se habían vendido solo 25.000 entradas. Los organizadores del encuentro esperan que la afición andaluza se anime en las horas previas del encuentro y se pueda llegar a vender unas 30.000 localidades. Si se tienen en cuenta las mejores previsiones, el estadio sevillista presentará una buena entrada, pero lejos del lleno que se esperaba para un partido de esta trascendencia.

La celebración de este encuentro tiene su intrahistoria. La Federación había decidido en un primer instante que el choque se jugara en el estadio del Betis, el Benito Villamarín. Sin embargo, tanto el propio club andaluz como las autoridades advirtieron a la Federación de que a la hora del encuentro (20.45) pasaba por las cercanías del campo bético una procesión de Semana Santa, ya que las cofradías en Sevilla comienzan a salir a la calle dos días antes del Domingo de Ramos. Es el denominado Viernes de Dolores. La Federación intentó entonces convencer a la UEFA para que el encuentro se disputara en Las Palmas.

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Los rectores de la UEFA manifestaron que había ya comprometidas muchas plazas hoteleras en Sevilla como para cambiar de escenario, instando a la Federación a jugar el encuentro en el Ramón Sánchez Pizjuán. España no juega un encuentro oficial en Sevilla desde el 7 de junio de 1995, cuando el combinado entonces dirigido por Javier Clemente derrotó por 1-0 a Armenia en el Benito Villamarín. Ese día, la grada clamó contra el entrenador vasco por no alinear al delantero bético Ángel Cuéllar y Clemente decidió que Sevilla dejara de ser sede fija de la selección.

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