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Piatti, el nueve inesperado

El extremo argentino anota dos goles y concede al Valencia una victoria sin discusión ante una Real minimizada

Piatti celebra uno de sus goles a la Real Sociedad.
Piatti celebra uno de sus goles a la Real Sociedad. JOSE JORDAN (AFP)

Junto a Gayà, Parejo y Piatti son los jugadores más determinantes del Valencia. Parejo maneja con criterio el juego del Valencia al que le pone la pausa necesaria a lo que ha añadido en esta temporada una estrecha relación con el gol siendo con ocho tantos el máximo artillero del conjunto de Nuno. Piatti agita sin parar desde el extremo izquierdo el ataque ché. Y a su productividad le ha sumado en el presente curso, al igual que Parejo, la facilidad para ubicar el esférico en la portería contraria. El menudo argentino, se coló por dos veces entre los centrales de la Real y marcó dos goles de nueve puro, con los cuales suma siete, que concedieron al Valencia una nueva victoria trabajada y merecida. Piatti se marchó ovacionado por la afición valencianista a la que tiene enamorada al igual que todo el equipo. En el segundo encuentro consecutivo en horario matutino, Mestalla, en un ambiente primaveral y prefallero, se volvió a llenar.

Valencia, 2; Real Sociedad, 0

Valencia: Alves; Barragán, Mustafi, Otamendi (Orban, m. 46), Gayà; Javi Fuego, Enzo Pérez, Parejo; Feghouli (Rodrigo, m. 68), Negredo y Piatti (De Paul, m. 81). No utilizados: Yoel; Joao Cancelo, Filipe Augusto y André Gomes.

Real Sociedad: Rulli; Aritz, Ansotegui, Íñigo Martínez, Yuri (Finnbogason, m. 79); Elustondo (De la Bella, 65), Rubén Pardo; Xabi Prieto, Granero, Canales (Hervías, m. 46); y Aguirretxe. No utilizados: Zubikarai; Bergara, Estrada y Alain.

Goles: 1-0. 53. Piatti. 2-0. M. 56. Piatti.

Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a Elustondo, Aritz y Enzo Pérez.

Unos 50.000 espectadores en Mestalla

Fue superior el Valencia de principio a fin, siempre intenso y comprometido. Académica la Real en el despliegue, con exquisitos centrocampistas, al conjunto de Moyes le falta un punto de ardor. El que le sobra al Valencia que ataca a arrebatos. Y le cunde en Mestalla, al que solo el Barça, y en el descuento, le ha podido derrotar. 11 victorias en su estadio dicen mucho de lo cómodo que se encuentra en casa.

Deshizo Nuno el embudo que supone alinear juntos a los cuatro centrocampistas puros de que dispone, dejando a André Gomes en el banquillo tras el regreso de Enzo Pérez tras cumplir ciclo de amonestaciones. Dio vuelo el técnico portugués a las bandas con Piatti, definitivamente un fijo en el costado izquierdo asociándose continuamente con Gayà, y Feghouli percutiendo por el extremo derecho.

El argelino fue la primera amenaza seria para Rulli. Agradeció el portero argentino, equipado con sus mallas habituales a pesar de los 20 grados de la mañana valenciana, que Feghouli optara por disparar en vez de pasar el esférico a Negredo, que se relamía con la posibilidad de marcar de manera sencilla esperando el centro que no llegó. Entendió la Real que necesitaba frenar el ímpetu del Valencia. Para ello necesitaba el balón del que apenas disponía, superado el cuadro donostiarra en lo individual y en lo colectivo debido a la buena disposición del Valencia y su mayor intensidad y ánimo.

Se vio obligada la Real a sobrevivir ante el empuje del grupo de Nuno más continuo que de costumbre en el juego, aclarado este por la clarividencia y jerarquía de Parejo que también capitaliza las jugadas a balón parado. Un cabezazo de Mustafi tras un córner botado por Parejo, que salvo como pudo Rulli, fue lo más peligroso que pudo traducir el Valencia a su dominio en el primer acto.

Con la misma dinámica se desarrolló la segunda mitad. Apretaba el Valencia y se defendía como podía la Real, que no podía permitirse un respiro, que se mantenía en el encuentro por su orden defensivo que quedó cuestionado en un saque de banda. Parejo ganó con el cuerpo la posición a Rubén Pardo y su centro letal fue atendido por Piatti, que logró marcar tras ser desviado por Ansotegui. El Valencia tenía ya el partido en sus manos. Mucho más aún solamente tres minutos después, en el 56, cuando Piatti de nuevo marcaba tras ser asistido, esta vez por Feghouli. El pequeño Piatti, disfrazado de nueve, dio lustre al buen hacer del Valencia instalado con honores en posición Champions y a la caza del Atlético.

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