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Todos los ojos, fijos en Bale

El galés, que dice sentirse bajo la lente de un microscopio, ocupará hoy la banda de Cristiano contra la Real Sociedad

Eleonora Giovio
Gareth Bale en un entrenamiento en Valdebebas
Gareth Bale en un entrenamiento en ValdebebasJuanjo Martín (EFE)

Dice Gareth Bale que jugar en el Madrid es como estar bajo la lente de un microscopio. El análisis es constante. En una entrevista en una revista inglesa, el galés mostró su sorpresa por la atención que genera el club blanco. Algo que, asegura, tiene asumido. El microscopio ampliará su lupa esta tarde en el Bernabéu. El Madrid recibe a la Real Sociedad (16.00, Canal+ Liga) sin Cristiano Ronaldo y siete días después de sufrir en el campo del Córdoba. La baja del portugués por sanción (también se perderá el partido del miércoles contra el Sevilla) deja terreno libre a Bale.

El galés no sólo ocupará su banda, la izquierda, sino que tendrá que asumir la responsabilidad del frente de ataque y cargar con el peso del equipo. Es lo que hace normalmente Cristiano. “Nosotros jugamos siempre con el mismo sistema, defendemos con cuatro [medios] y atacamos con tres; si no está Cristiano, James será el que se adelante cuando tengamos el balón”, explicó ayer Carlo Ancelotti. El técnico desplazará al colombiano a la banda derecha y colocará a Bale en la izquierda. En principio, sin cambiar de sistema. En la primera vuelta, con la baja de Cristiano en Anoeta, el Madrid sí cambió de esquema y jugó con un 4-4-2. James e Isco escoltaron a Modric y Kroos; y Benzema y Bale ocuparon el frente de ataque. Hoy Isco volverá al once junto a Illarra y Kroos será el tercer acompañante.

El galés no solo ocupará la banda de Cristiano, sino que tendrá que asumir la responsabilidad del frente de ataque y cargar con el peso del equipo

¿Va a cambiar el papel de Bale?, le preguntaron a Ancelotti. “Cambia únicamente la posición. Gareth volverá a la banda izquierda y James ocupará la derecha”, contestó. Para el entrenador es simplemente un cambio de banda. Pero Bale hoy tendrá que asumir galones y protagonismo. En Córdoba marcó el gol de la victoria (penalti en el minuto 88), pero su participación en el juego del equipo hasta ese momento había sido más bien escasa. Intermitente, como en muchos de los partidos disputados en enero.

Pese a sus goles en la final de Copa y de Champions, Bale no ha llegado todavía a dar un golpe en la mesa. Al menos cuando ha estado Cristiano en el campo. Y si Cristiano ha tenido un mal día, el galés no ha tomado el mando. Quizás el idioma ha sido uno de los obstáculos. Él mismo reconoce que la lengua ha sido el mayor problema para su adaptación. “El fútbol en España es más tactico, muy de pase; en la Premier era más rápido y físico. Pero una vez que piso la cancha me siento cómodo. Honestamente, cambiar de idioma ha sido el desafío más grande. Lo más importante es que ahora entiendo las charlas del equipo y lo que la gente dice”, ha declarado Bale. Todavía se siente más cómodo al hablar en inglés y eso que cuando tiene que escribir una dedicatoria lo hace en castellano y sin errores.

Bale no ha llegado a dar un golpe en la mesa todavía. Al menos con Cristiano en el  campo. Y si Cristiano ha tenido un mal día, el galés no ha tomado el mando

Bale no ve sus partidos grabados. Ni siquiera ha llegado a ver la final de Copa y la de Champions —sólo ha visto los goles—. Esos goles son los que recuerda, precisamente, Ancelotti cada vez que se le cuestiona por el rendimiento del galés o por su individualismo. El jugador se siente integrado. La prensa inglesa también lo ve así. En la entrevista en Sport Magazine el periodista habla con Bale de su posición y aportación y asegura que el galés se ha adaptado a otro tipo de fútbol pero que el Madrid también se ha adaptado a él. Es curioso comprobar como, desde el extranjero, el juego de Bale se ve de otra manera. Hombre de zancada larga y carreras rápidas, de coger al balón y plantarse en el área rival, en Chamartín no ha disfrutado de kilómetros de campo libre como en el Tottenham. De ahí que se le vea muchas veces desconectado del juego del equipo.

“Una de las cosas más bonitas de jugar en el Madrid son las oportunidades de gol que crea el equipo. En la Premier, muchos equipos habían llegado a doblar o triplicar las marcas y tenía que modificar mi juego para librarme de ellas. Ahora, si los rivales doblan la marca sobre Cristiano o sobre mí, no hacen otra cosa que crear espacios para el uno o para el otro y uno de los dos siempre acaba teniendo ventaja”, ha explicado Bale. En ese juego de ventajas entra también Benzema.

Bale ha sabido aprovechar las ausencias de Cristiano. Su media goleadora con y sin el portugués cambia mucho: 0,39 con CR, uno por partido sin. En Liga es el segundo goleador del equipo con 10 tantos (por los 28 de Cristiano). En Anoeta, en la primera vuelta, marcó un golazo (caño y zurdazo que selló el momentáneo 0-2). Hoy se le piden goles, galones y protagonismo.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de deportes, especializada en polideportivo, temas sociales y de abusos. Ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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