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Mourinho confirma el once de gala

El técnico madridista asegura que el clásico "no es decisivo" y espera que los jugadores ayuden al árbitro

El Mourinho más conciliador se ha presentado ante un batallón de periodistas y ha desgranado durante 18 minutos toda la actualidad del clásico. No ha rehuido pregunta alguna, y ha preferido no crear ninguna polémica. Comedido, el técnico del Madrid ha pedido ayuda para el árbitro y ha intentado quitarle trascendencia al choque.

La primera pregunta, obligada por lo ocurrido en anteriores comparecencias del portugués, era obligada: ¿Con qué equipo jugará el Madrid? Y Mourinho ha respondido tajante: "Con el habitual". Así que, con Khedira e Higuaín recuperados de sus molestias, el Madrid, salvo imprevisto de última hora, saltará al Camp Nou con el siguiente once: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira; Di María, Özil, Cristiano; e Higuaín.

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Señaló Mourinho lo obvio, que se enfrentan dos de los mejores equipos del mundo, plagados de lo que él llama "jugadores top". "Existen todas las condiciones", prosiguió, "para que se vea un gran partido. Habrá que ver qué jugadores quieren jugar, quiénes quieren ayudar al árbitro y quiénes quieren complicarle. Espero que sea un partido en el que sólo se hable de fútbol". Fue esta la primera referencia del técnico madridista al árbitro del encuentro, Iturralde González. Habría más.

Se le cuestionó a Mou sobre si el Madrid ha cambiado su método de trabajo para un partido tan especial. "No cambiamos nada porque sea el Barça", respondió. "Respetamos a todos los adversarios, aunque seguramente el Barça sea mejor que el resto de los rivales que tenemos". De inmediato, surgió la pregunta. ¿En qué se parece este partido a los que usted jugó en el Camp Nou con el Chelsea y el Inter? Y así contestó Mourinho: "Son partidos diferentes. Aquellos eran de Champions, en los que un equipo ve el siguiente sorteo por televisión y el otro espera rival. En cambio, en este partido nadie se va a su casa a llorar porque haya quedado eliminado. Cada punto que se pierde en algún partido puede ser decisivo, pero después del clásico habrá 25 partidos. Es importante, pero no decisivo".

Nada le preocupa del ambiente, "me da igual cómo me reciban, es lo que menos me preocupa", declaró, antes de referirse al comportamiento del árbitro y de los jugadores de ambos equipos. Todo lo provocó una pregunta referida al Barça-Inter de semifinales de la pasada Champions, en el que el equipo italiano se quedó con un jugador menos (Motta) por expulsión. "No fue sólo el año pasado. Ha sido siempre...", dijo en referencia a quedarse con un jugador menos. Luego pasó a hablar de las estadísticas. "Si miro las estadísticas que publican los medios, veo que el Barça es muy feliz con Iturralde y el Real Madrid es menos feliz. Es un dato que no se puede desmentir. Pero es un dato ocasional. Iturralde quiere hacerlo muy bien y si tiene ayuda es más fácil hacerlo muy bien. Confío en él, porque mañana juegan tres equipos: el Madrid, el Barça y el del árbitro".

Dieciocho minutos después, Mourinho cerró su comparecencia ante los medios destacando, de nuevo, la limitada importancia que para él tiene el clásico más esperado. Y para demostrarlo, dejó una frase para cualquier libro de citas: "Si gana el Madrid, el día siguiente será martes. Si pierde el Madrid, también".

José Mourinho, en rueda de prensa.
José Mourinho, en rueda de prensa.AFP
A la diez minutos, Xavi inauguró el marcador y empezó a dejar claro el festín que se iba a dar el Barça y la tortura que le quedaba al Madrid.
A la diez minutos, Xavi inauguró el marcador y empezó a dejar claro el festín que se iba a dar el Barça y la tortura que le quedaba al Madrid.REUTERS

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