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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Nos hemos cansado de ‘Gran Hermano’?

La 17ª edición del 'reality' de Telecinco ha arrancado con audiencias discretas y síntomas de agotamiento

Jorge Javier Vázquez, presentador de 'Gran Hermano 17'.
Jorge Javier Vázquez, presentador de 'Gran Hermano 17'.

Poco queda de aquella primera edición de Gran Hermano que tuvo a media España pegada a la pequeña pantalla. Corría el año 2000 y un grupo de extraños se encerraba en una casa llena de cámaras para exponer su vida durante 24 horas a todo el que quisiera mirar. El experimento sociológico resultó ser todo un filón para Telecinco, que en la edición que ganó Ismael Beiro logró una media de 7.811.000 espectadores y un 51,2% de cuota de pantalla. Eran otros tiempos, con menos canales y menos opciones para elegir cómo y qué televisión ver. Pero la mina de oro estaba ahí. La prueba está en que 16 años después, la cadena sigue apostando por su reality estrella para la temporada otoñal.

Sin embargo, los datos de audiencia y la reacción de la audiencia en las redes sociales en la presente edición han hecho saltar las alarmas. El programa arrancó con 2.557.000 espectadores en su primera gala, casi un millón menos que en su anterior edición. El jueves 15, en su segunda gala, bajó a 2.110.000 espectadores, siendo superado en número de espectadores por el regreso de Águila Roja (2.580.000). La semana pasada, en su tercera gala, la serie de La 1 volvió a imponerse en número de seguidores (2.418.000) a Gran Hermano (2.117.000), que sí vence en cuota de pantalla al abarcar un tramo horario más amplio. En su cuarta gala, el jueves 29, Gran Hermano volvió a perder espectadores, quedándose con 2.038.000 seguidores, y volviendo a ser superado fácilmente por el superhéroe de TVE. Las cifras del resto de noches dedicadas al reality son todavía más bajas. ¿Ha llegado el ocaso del formato? ¿Nos hemos cansado del "experimento sociológico"? ¿Qué está pasando con Gran Hermano?

Tres noches a la semana

Una de las causas del agotamiento que está sufriendo el formato puede estar en la sobreexposición al que se ve sometido. Telecinco exprime al máximo cada uno de sus realities, con galas, programas en prime time dedicados a ellos, seguimiento en el resto de espacios de la cadena... Los martes, Gran Hermano: Límite 48 horas está marcando datos bastante discretos (1.472.000, 1.483.000 y 1.619.000 espectadores, respectivamente, en los tres martes de esta edición). Los jueves son la noche fuerte con la gala y los domingos es el turno del debate, que este año en sus dos primeras semanas se ha visto superado por las películas de La 1 y Antena 3. El que se trate de la 17ª edición del reality también influye. Desde la edición 2009-2010, la media de audiencia del programa se sitúa por debajo de los 3 millones.

Casting de concursantes

No es nada nuevo, pero cada año se acentúa la sensación de que los participantes en el programa solo van por la fama rápida que otorga. La naturalidad con la que se enfrentaron al reality la mayoría de los concursantes de la primera edición queda ya demasiado lejos. Ahora lo que busca el programa es dar con perfiles que permitan seguir alimentando una maquinaria que se retroalimenta y lleva a las mismas caras de un espacio a otro, desde Gran Hermano a Supervivientes o Mujeres y Hombres y Viceversa.

Estrategias desesperadas

Si el casting de este año no funciona, no pasa nada: recurrimos a viejas glorias y listo. Es lo que han hecho con el Contraclub. Sin embargo, eso tampoco funcionó y el programa cerró el chiringuito de forma apresurada. También se ha intentado aumentar la audiencia con caras de Mediaset de actualidad, como Terelu Campos o Alba Carrillo tanto dentro de la casa como fuera de ella. Pero estas estrategias no han dado frutos.

Cambio de presentador

Muchos echaron la culpa del bajón sufrido por el programa a Jorge Javier Vázquez. Es evidente que el cambio de presentador se nota en un formato en el que Mercedes Milá lo era casi todo. Aunque Vázquez no puede cargar con toda la culpa del agotamiento del formato —ha sido el último en llegar—, en las primeras galas no parecía hacerse con el programa y no se le veía todo lo cómodo que debería estar. Las comparaciones son odiosas y, en este caso, jugaban en contra del presentador de Sálvame.

En cualquier caso, esta edición solo lleva cuatro galas emitidas. Habrá que esperar al final para dictar sentencia.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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